ASÍ O MÁS FUNESTA…
Por: Jorge Martínez
¡Caray!, vaya jornada tan desaliñada, desastrada, astrosa
Calamitosa y alarmante acorde a la ocasión… no solo por las tradiciones de día de muertos y Halloween, tampoco por la decepciónate “fiesta de disfraces” que ofrecieron en el clásico de clásicos Águilas y Chivas, mucho menos por el fantasmagórico accidente de Checo Pérez en la curva once del circuito de Austin, Texas en la Formula 1, donde ni siquiera pudo completar una vuelta, ¡tampoco!, sino por la lamentable cuota de goles -13 para ser exactos- de esta deslucida, terrorífica, espeluznante, horripilante y apocalíptica jornada 15 del Apertura 2014.
Justo cuando se requiere de un cierre fuerte, agradable, reñido y sobre todo aguerrido, llegan estos fúnebres momentos donde hasta los goles se esconden; y es que hablar solamente de 13 anotaciones en una recta final donde se supone clubes como América, Atlas y Monterrey que han sido relativamente regulares o de lo mejor del torneo, se vengan a la baja de una manera verdaderamente monstruosa.
Así mismo, durante la marcha fúnebre de esta caravana futbolística para el olvido, pudimos observar a un Cruz Azul y unos Pumas que no asustan ni a “gasparin”, pues después de la victoria que ambos consiguieron ante el América, al que por cierto le dicen en los últimos días: “el asusta niños”, no han podido levantar y mostrar ese futbol agresivo, dinámico, efectivo y espiritual mostrado en ambas ocasiones. Y todo fuera eso, el problema radica que ambos ubicados en la posición 9 y 12 con 20 y 18 unidades en la general, respectivamente, no tienen hoy día su boleto asegurado a la “fiesta grande” y eso si es pavoroso.
Es muy normal en nuestro futbol mexicano observar a menudo esta clase de thrillers de terror… A nadie le asusta o sorprende en estas fechas, ver la metamorfosis o mutación de hombre a licántropo; tampoco nos ahuyenta atestiguar como los supuestos grandes se hacen chiquitos y mejor aún, como se levantan los muertos de sus tumbas para comerse a los vivos. Algo similar vivimos el pasado fin de semana cuando la Monarquía y el León, le dieron su calaverita a Monterrey y Atlas, venciéndolos claramente y sobre todo mostrando señales de vida con tintes de mejoría y peligrosidad, aunque en el caso de Morelia, la transmutación haya llegado demasiado tarde.
Y sobre el partido más esperado de todo el campeonato, hay poco que relucir, más bien, hay en demasía por rectificar. Hace una semana veníamos diciendo sobre la superioridad de América sobre Guadalajara por el liderato, goles, figuras, etc., comprobado una vez más, que los números no juegan en un escenario con ambos colosos en la cancha. Por otro lado, yo pensaba ver tímido y carente de recursos al “rebaño sagrado” y no fue así, se notaron impulsivos, enérgicos y enjundiosos a pesar de no generar todavía el futbol para agredir con precisión al rival, no demeritaron y fueron a la alza; contraparte de los azul cremas se mostraron con tirantez, rigidez, presión, nerviosismo, estrés, angustia y hasta con incertidumbre.
Fue un Clásico deslucido, ajado y desagraciado si consideramos que Guadalajara lo único que buscó fue no perder y América no ganar. A diferencia de otras ediciones no encontré por ninguna parte: pundonor, orgullo, honra y dignidad que siempre debiera estar de por medio cada vez que se enfrentan dos cíclopes de tal envergadura, eso sí, las tribunas fueron una fiesta de disfraces impresionantes, ellos tenían el diez asegurado desde antes de iniciado el cotejo, ¡felicidades por ambas aficiones!
A resumidas cuentas, ni el clásico le ayudo a la jornada ni la jornada al clásico, esperemos que prontamente se recuperen todos los equipos de un fin de semana que estuvo para tomar café, taparse con una cobija y ver la saga completa de Viernes 13, Halloween, El Exorcista y hasta Vacaciones del Terror con Pedrito Fernández, esta última sí que estuvo entretenida.
¡Sin que nos gane el sentimiento, hasta la próxima!
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