Por: André Marín
Toda la semana hablando de los árbitros.
Toda la semana hablando de si ayudan o no a las Chivas.
Toda la semana hablando del clavado y la sanción a Fierro.
Toda la semana hablando de los intereses oscuros que rodean al futbol mexicano.
¿Y si mejor le pedimos a los futbolistas que se pongan a jugar y nos den la nota para hablar de lo que hacen en la cancha?
Decía Carlos Salcido que nuestra liga está envenenada y puede que tenga razón.
Hablamos de lo bien que estamos, de nuestra infraestructura, de nuestros estadios y de las grandes ganancias que genera la federación con la Selección Nacional, pero olvidamos fijarnos en el real nivel que tenemos cada fin de semana.
Es momento de tener un futbol que sea más competitivo, con menos extranjeros, con más valores jóvenes de la cantera, con entrenadores que procuren más el espectáculo y con directivos que cuiden más al camello para poder vender mejor al camello.
El fanático joven, ese que está en la adolescencia, se ha olvidado del futbol mexicano y observa con pasión el futbol europeo. La Champions, la Premier, la Bundesliga son sus productos de consumo.
Compran las camisetas de Manchester, del Madrid o del Bayern para lucirlas en la escuela.
Y nosotros metidos cada fin de semana en polémicas y líos que lo único que hacen es dañar la imagen de nuestro futbol.
Le urge a la federación nuevas ideas, gente joven y atrevida. El sistema debe cambiar porque en este momento nuestro futbol carece de credibilidad.
¿Y si mejor jugamos?