Para ocupar este cargo, la funcionarioa cuenta en experiencia más de 20 años en la Procuraduría estatal. Su estadía al frente de la Policía Estatal Preventiva le ha permitido conocer más de cerca estrategias y programas de prevención del delito y víctimas de éstos.
En este rubro, la funcionaria manifestó que la atención a las víctimas del delito era una asignatura que no se estaba cuidando o atendiendo lo suficiente, pues las leyes siempre se han hecho para atender cuestiones de otro tipo en problemas legales, pero nunca para atender de forma prioritaria a las víctimas de los delitos.
En ese sentido dijo que a raíz de la reformas constitucionales se obligó a los estados de la República para que las atendieran y es así como se crea esta coordinación, que se dedicará fundamentalmente a la atención de víctimas, pero abarcará la prevención.
Señaló Pérez Luna que con la creación de esa coordinación se privilegiará más la atención a víctimas de delitos físicos y psicológicos, dejándose de privilegiar a las víctimas de delitos económicos.
Por lo anterior, explicó que su nuevo cargo es un ascenso y un reconocimiento a su labor dentro de su trayectoria en la Procuraduría de Justicia estatal y que en esta nueva encomienda se esforzará para satisfacer las demandas de los ciudadanos.
BAJA LA CORRUPCION POLICIACA EN COLIMA: OBISPO GONZALEZ
Para el director de la Policía estatal Preventiva, Marco Antonio Obispo González, la corrupción en las filas policiacas no es alta comparada con otras entidades, motivo por el cual el narcotráfico no ha penetrado en la policía, además de que los secuestradores saben muy bien que es difícil corromperlos para que los apoyen en estos delitos, de ahí que los índices de secuestro son relativamente los más bajos del país.
Por ello, dijo que ha invitado a los agentes de la PEP para que desempeñen su cargo con profesionalismo y honradez, que quiere conocerlos por sus buenas acciones y no por conductas negativas que afectan a la corporación y a la sociedad.
Para concluir, manifestó que no va a tolerar actos de corrupción, pues la sociedad tiene la confianza depositada en las corporaciones policíacas y no se le debe rendir malas cuentas.