Una historia olvidada

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TONALTEPETL

Por: Gustavo L. Solórzano

Cada lugar en nuestro planeta tiene su propia historia, la gente sus raíces y con ello, la conformación de una sociedad. México, tiene una historia maravillosa que, si bien es cierto, ha sido tergiversada por quienes la han escrito, no deja de ser apasionante.

La independencia, la revolución y la cristiada, son sin duda tres momentos de gran trascendencia para nuestra vida presente. Quedan en el olvido mujeres y hombres que entregaron su vida sin duda y con pasión por nuestro país. Diría mi madre, “el que tiene más saliva, come más pinole”, en relación a muchos otros cuyos nombres si figuran, sin mas merito que haber tenido dinero para formar parte de la misma historia leída.

Siendo niño me emocionaba con las historias que mi abuela nos compartía, los riesgos que ella y mis tías habían corrido en la época de los cristeros a punto tal, de perder la vida. Conocí por ella, el pensamiento y anécdotas de grandes hombres y mujeres que marcaron la historia de nuestro México.

Cuando íbamos a la feria de Todos Santos en esa época, recorríamos el camino a pie desde el centro hasta el panteón, para honrar a nuestros difuntos y de ahí, regresábamos al lugar que hoy ocupan la casa de la cultura y el recinto legislativo, por cierto, el lugar que ocupaban los ganaderos para sus exposiciones tiene años en el olvido, con el riesgo natural que podemos entender.

Al pasar por el obelisco a Juárez, la historia renacía y con lujo de detalles, mi abuela y mi madre se referían al presidente oriundo de Oaxaca, a su paso por Colima, naturalmente a su estadía en aquella casa también olvidada por la calle cinco de mayo.

Fue en el año de 1967 un 21de marzo, cuando el Lic. Francisco Velasco Curiel inauguró ese hermoso y malogrado monumento en honor al Benemérito de las Américas. Dicho monumento sustituyó a un frondoso zalate que por mas de cien años había formado parte del paisaje de acceso a nuestra ciudad y en donde dicen, el presidente descansó junto con sus acompañantes.  

Muchos años mas tarde, el hermoso monumento sucumbió ante la modernidad y un mal consejo. Siendo sustituido por el totalmente abandonado monumento que hoy recibe deslucido y falto de mantenimiento a nuestros visitantes en el barrio del zalatón.  

En éste tipo de hechos, suele darse el barberismo y la lambisconería, muchos malos colaboradores no tienen el valor ni la honestidad para decirle a sus jefes que no está bien tal o cual decisión. Los jefes confían en sus “aconsejadores” y el resultado suele ser de desagradable para la sociedad. Por otra parte, hay quienes proponen, sugieren para hacer “lucir” al jefe y en la realidad no sucede así.

Lo mismo pasó con el monumento a José María Morelos que estaba en la glorieta de la Normal de Colima, peor aún, porque al retirarlo el ayuntamiento de ese entonces, lo rompió. Se fueron monumento y glorieta, se perdió una parte de nuestra historia ciudadana, lamentablemente se olvidó.

ABUELITAS:

La Cruz Roja en nuestro estado sigue trabajando sin descanso, al día de hoy el noventa por ciento del personal que atiende en las delegaciones locales se encuentra vacunado. De manera responsable y comprometida, el delegado Héctor Galindo Vázquez, viene respondiendo a los requerimientos institucionales. Reconozco que hacen falta unidades, una mejor economía para la benemérita, sin embargo, así se sigue atendiendo.

Expreso un justo reconocimiento a quienes sirven sin distingos desde la noble institución y en no pocas veces, arriesgan su vida por atender la de otros. Si usted puede, ayude por favor. Es cuanto.