*Seleccionados y cuerpo técnico comparten el objetivo de escribir su propia historia. *Oribe Peralta será el capitán.
Saúl Trujano | EXCELSIOR
Ciudad de México.- La selección olímpica de futbol viajó a Brasil con la certeza de que obtener una medalla olímpica es el único camino “para formar nuestra propia historia” y de que México ha ganado un respeto Mundial al ser considerado como candidato a medalla por los medios internacionales.
Es un reconocimiento a lo que han logrado las generaciones recientes, es una motivación que en otras partes del mundo nos consideren para ser medallistas”, dijo Jordan Silva, seleccionado mexicano.
Más concreto resultó el entrenador nacional Raúl Gutiérrez, quien ya fue campeón mundial sub 17 en 2011 y ahora busca refrendar el título olímpico. “Podemos hacer una historia tan grande como en 2012”, afirmó Gutiérrez. “Tengo 18 jugadores y esa es mi base, es lo único que tengo claro ahora”, añadió Gutiérrez, quien confirmó como capitán a Oribe Peralta para el torneo olímpico.
La selección mexicana voló a Sao Paulo y luego se trasladará directamente a Salvador de Bahía, donde jugará primero contra Alemania (jueves 4) y después contra Fiji (domingo 7).
Será un equipo fuerte, físicamente poderoso, pero nosotros los hemos estudiado y sabemos cómo jugar porque será un equipo europeo tratando de adaptarse a las condiciones de sudamericanos”, dijo Erick Torres, delantero mexicano. “No marcan diferencia sus ausencias, sabemos que todos los equipos sufrieron para tener a todos sus jugadores, a nosotros nos pasó con Jesús Corona, pero los que estamos tenemos que dar resultados”, añadió.
“El equipo alemán, después de tantos años de no participar en unos Juegos Olímpicos seguro que saldrán a dar una buena cara. Han hecho un buen trabajo en los últimos años y tenemos que hacer un buen partido”, dijo Raúl Gutiérrez.
La selección mexicana de futbol compartió itinerario hacia Sao Paulo con la selección de clavados que dirige Ivan Bautista en Guadalajara, y que es encabezada por los medallistas de plata en Londres 2012, Iván García y Germán Sánchez.