Edgardo Zamora|CN COLIMANOTICIAS
Colima, Col.- La imagen se va volviendo común, por ejemplo: En la esquina de la avenida San Fernando con Constitución de Colima capital, una mujer y su hijo piden dinero. El niño está en los hombros de su madre y hace malabares. Terminan el “acto circense” y piden apoyo a los automovilistas que transitan por el lugar; algunos dan, otros no.
Así mismo, cada vez es más conocido entre la ciudadanía que observa personas en las esquinas de estos cruceros, que son bajadas en vehículos particulares por una persona y para horas más tarde pasar por ellos en diferentes ubicaciones.
La falta de oportunidades laborales y el trabajo infantil se ha incrementado en el estado de Colima, lo que da lugar a la posible explotación infantil.
Hay conductores que acceden a aportar monedas, sin embargo existen otras que piden a las autoridades que realicen operativos y los retiren de los cruceros.
Además no descartan que esta situación derive de algún grupo dedicado a la trata de personas, ya que en distintas partes de Colima y Villa de Álvarez se observan situaciones similares: mujeres con vestimenta indígenas, con niños y niñas pidiendo apoyo, haciendo malabares con pelotas, jóvenes pintados de payasos.
Ante ello, piden a la autoridad estatal de Colima investigue si hay “trata de blancas” en el que obliguen a personas de otras entidades a pedir dinero.
Recientemente la Subsecretaría del Trabajo, dio resultados públicos por la Encuesta Nacional del Trabajo Infantil del INEGI en el que señalaba que Colima se encontraba dentro de las 8 entidades con mayor población en situación de trabajo infantil no permitido.
Cabe indicar que la propia Subsecretaría del Trabajo, a través de la Dirección de Trabajo, puede emitir permisos para trabajo a menores, siempre y cuando no exponga a niñas, niños o adolescentes a trabajos que presenten un riesgo contra su salud, su desarrollo personal y tampoco interfieran con sus estudios.
La lista sigue, ya que no solo esta situación se concentra en personas de aspecto indígena junto con sus hijos, pues en los cruceros se puede observar una gran cantidad de gente limpiando parabrisas, vendiendo dulces, adultos mayores o enferma, quienes buscan obtener ingresos para subsistir.