TONALTEPETL

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Por: Gustavo L. Solórzano.

 

La historia de Colima está ligada a sismos, terremotos, ciclones, huracanes y erupciones volcánicas. Mi abuela siendo una niña, vivió la erupción a finales del 1800 y en los albores del nuevo siglo. A quienes nos ha tocado vivir esta época, hemos conocido un poco de todo lo que señalo anteriormente, solo para recordar algunos eventos sísmicos de magnitud considerable comento los siguientes: el maremoto del 32, los sismos del 41, 73, 85, 95, 2003 en el caso de afectación directa a los colimenses. Gilberto, Patricia, Jova, fueron huracanes, por mencionar solo algunos, que golpearon, afortunadamente,  y en forma severa, la economía de nuestro estado.

México solidario, ha respondido al llamado de nuestros paisanos y de otros países que también se han visto afectados. La cultura de protección civil se puso de manifiesto a consecuencia de lo vivido en 1985 con el temblor de más de ocho grados. Indudablemente hemos crecido en ese rubro social, que es de vital importancia para todos. Nuestras bellezas naturales tienen incluidos 260 kilómetros de litoral colimense, volcanes, arroyos, ríos, lagos, lagunas y montañas. Insisto, solo por mencionar algunos aspectos de nuestro maravilloso Colima.

El pasado domingo, nuestros hermanos peruanos fueron sorprendidos por un sismo de 7.5 grados, cuyo resultado, hasta el momento de escribir esta colaboración, es sin víctimas heridas ni mortales. Ecuador, Colombia y Brasil, también se vieron afectados por el susto. En este punto traigo a mi memoria una de las tantas frases que solía comentarnos mi madre, “cuando veas las barbas de tu vecino cortar, pon las tuyas a remojar”. Entender que vivimos en una zona sísmica y somos parte de una planeta vivo, puede permitirnos aprender de ello. Sin gritar, sin correr y sin empujar, implican práctica previa, de otra manera será difícil atender estas recomendaciones.

Reafirmo que niñas y niños, hoy adultos con familia, aprendieron la lección escolar que nuestros docentes repitieron con gran compromiso en las aulas. Los simulacros, aquellos que algunos adultos y ciertos responsables de área en las oficinas gubernamentales, rechazaban tajantemente o atendían de mala manera con el conque de “tengo mucho trabajo”. Lamentablemente los que se niegan a participar, suelen ser las primeras víctimas o las personas que más problema dan, a la mera hora.

Importante pues, que como familia en casa, tengamos un plan o renovemos el existente en las escuelas y edificios públicos, en las empresas y negocios en general. Es necesario que se haga lo propio, hay que “tapar el pozo antes de que el niño se ahogue”. Es imprescindible que lo hagamos, porque después, nada ni nadie puede regresar la vida a quien la pierde y duele más cuando es por descuido, apatía o ignorancia.  Saber qué hacer en el momento adecuado, no solo salva vidas, nos prepara para la vida misma.

Indudablemente es tiempo de sumar y si cada ciudadano hacemos lo que nos corresponde, evitaremos ser una carga y con ello, seguiremos creciendo.

 

ABUELITAS:

Reconocer la magnificencia del jaguar y la necesidad de protegerlo de la extinción, motivó señalar el 29 de noviembre como el Día Internacional del Jaguar. Diversos organismos en pro de la naturaleza vienen trabajando para proteger a este poderoso gran felino de las Américas. Importante entonces considerar tres aspectos, la primera es asegurar áreas grandes y bien protegidas como refugios inviolables para los jaguares y sus presas; asegurar la conectividad entre esas áreas para que los jaguares deambulen; y cooperar con las comunidades humanas en paisajes compartidos para ayudar a satisfacer las necesidades de las personas y al mismo tiempo mejorar la situación de los jaguares y otros animales salvajes, de la vida misma digo yo, pues todo está intrínsecamente conectado para mantener el equilibrio, solo los humanos desentonamos. Es cuánto.