TONALTEPETL

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Por: Gustavo L. Solórzano

Y se marchó, Y a su barco le llamó, Libertad, Y en el cielo descubrió gaviotas, Y pintó estelas en el mar… fragmento de la canción Un velero llamado libertad de José Luis Perales.

Conocí a Miguel (Miguel Ángel Héctor Delgado Álvarez) cuando asumió la presidencia de la Asociación Colimense de Periodistas y Escritores. Durante su administración se lograron importantes avances y de manera especial, la cultura periodística floreció. Hombre serio y formal en sus actividades cotidianas, amoroso de su tierra y orgulloso de su madre, Griselda Álvarez Ponce de León, primera mujer en ocupar una gubernatura, la de nuestro estado. Nuestro trato fue siempre cordial y afectivo, respetuoso. A propuesta inicial del Ing. Rafael Tortajada Rodríguez, (q.e.p.d.) la asamblea bajo su presidencia, aceptó que Mirtea Acuña Cepeda y yo, dirigiéramos un programa de la A.C.P.E hoy suspendido por disposición de la directora del canal, derivado de la pandemia, pienso.  

Muchas veces nos visitó, siempre al pendiente de la producción y llevando invitados especiales con los que proyectaba diversos aspectos de la cultura, como el arte, la educación, el canto y la poesía. Las reuniones de trabajo en la A.C.P.E se fortalecían con su mano firme y cada vez que las fechas lo ameritaban, concluíamos con un ágape de suculentos platillos literarios y culinarios.

El pasado miércoles Miguel decidió que su tiempo en éste plano había concluido. “Tomó sus cosas y se puso a navegar”. No es que estuviera cansado de vivir, al contrario, amaba la vida y a la mujer con la que compartió sus últimos tiempos en nuestro plano, Laura. Solamente que ya era su tiempo de regresar a casa.

Miguel deja familia, amigos y compañeros de viaje que coincidimos con él en ésta bendita tierra, sin duda lo vamos a extrañar mientras volvemos a encontrarnos. Descansa en paz buen amigo.

Mientras tanto, en Colima, todo sigue igual, las huestes políticas de los diversos partidos se preparan para la gran batalla. Algunos mas urgidos que otros por ganar, que no por servir, hablan de alianzas innombrables e inconcebibles. La necesidad de poder es mucha, otros siguen desparramando tierra a diestra y siniestra a quienes ven con posibilidades de triunfo, solo que de manera sutil. Los menos, nadan de muertito hacia donde la corriente los lleva en busca del tesoro, seguir lactando del presupuesto.

Son tiempos distintos, es necesario ser reiterativo, existen personas que se acostumbraron a vivir de la política.

De la comodidad que otorga el presupuesto generado por los impuestos que pagan los contribuyentes, crearon su fortuna y hasta empresarios se volvieron. Hoy algunos de esos nombres circulan en las redes como aspirantes “comprometidos” con las clases sociales desprotegidas y aliándose para no quedar fuera de la nómina. Es por eso que los ciudadanos necesitamos ser cautos y como buenos observadores escoger a quien le daremos nuestra confianza.

Es necesario que nuestro voto sea para aquellos que demuestren en los hechos, sus compromisos y no sus promesas.  

ABUELITAS:

Se acerca la navidad, es buen momento para abrir el corazón y dar de lo que tenemos. Eso que nos gusta, no lo que sobra ni lo que ya tiene días en el refrigerador. Dar implica ofrecer al otro lo mejor de nosotros mismos, la prenda que nos gusta, el alimento en buen estado, un abrigo limpio para quien pasa frío y la mano amiga para todos. Navidad es nacer a una nueva oportunidad para nosotros y para quienes nos rodean, es darnos el permiso de empezar de cero si es necesario y hacerlo con nuevas metas y nuevos objetivos. Pensando como él, siempre buscando el bien común. Navidad es traer a nuestra mesa al maestro, al hermano, al amigo, es entender que todos nos necesitamos. Es cuanto.