TONALTEPETL

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Por: Gustavo L. Solórzano

Cuídate de un indio barbón y de uno de razón lampiño, esos son de mal corazón.

Recorrer las calles del centro, aun con el riesgo extremadamente repetido, es un regalo para el alma y sus recuerdos. La Madero y los portales, junto con los jardines Núñez, Torres Quintero y Libertad, conforman el Colima viejo. El Colima de nuestros padres y abuelos, de aquellos que casi se fueron ya. Personas y negocios diversos se acabaron junto con quienes los crearon, muchos son los nombres que junto con los de mi familia fallecida, resuenan en mi memoria con gratitud.

Las campanas de la catedral repican alegría, fiesta y unidad familiar. En los alrededores algunos artesanos ofertan sus productos y esperan el sí, de sus posibles clientes. Parece que estoy en el jardín de alguna olvidada comunidad, o quizás, como el Colima de mi época, apenas son las nueve y todo queda silencio, solo en los bares de los portales, se escucha un gooool con pasión y esperanza de que gane el favorito. Nada nuevo, ningún atractivo, nada que motive, parece que la pandemia nos ha robado parte de nuestra vida. En el quiosco del jardín libertad, ayudados con una bocina montada en su base, algunos ciudadanos disfrutan bailando al son de la buena música.

La gente camina con su boca cubierta, miran con recelo y desconfianza, tal vez con molestia, a quienes no traen cubre bocas. En sus miradas puede leerse el miedo, nos hirieron de muerte con sus historias trágicas y manipuladoras. El daño está hecho, mata mas la duda y la incertidumbre, que la realidad. En la radiografía descubrieron una mancha, “esto no me gusta nada”, dijo el galeno, el enfermo agravó en pocos días y murió. La mancha era una falla del aparato que tomó la placa. Una parte la hizo el médico con su ignorancia, la otra el miedo del enfermo, siguen teniendo licencia para matar. Así se gasta la vida, entre altos y bajos, no sobrevive el mas fuerte sino el que mejor se adapta a las circunstancias.

En la vida todos vamos tras un objetivo, mientras no nos llegue la fecha de caducidad, cualquier esfuerzo es válido, ojalá que sea justo y respetuoso también. Algunos partidos políticos están tratando de construir “una alianza perversa”, dice el alcalde Leoncio Alfonso Moran Sánchez, en lejana visita por Armería, acompañando a Ernesto Guerrero Márquez que inauguró una “casa ciudadana para apoyar a los más vulnerables”. Por cierto, “el que tiene más saliva traga más pinole” decía mi madre. Ni buenos ni malos, todos buscan acomodarse para “servir a los ciudadanos”. El único detalle es que pocos, contados con los dedos de una mano buscan servir con dinero propio, la mayoría quiere hacerlo con el dinero que los propios ciudadanos aportan para pagar sus impuestos. O sea, si no hubiera sueldo, nadie tendría ganas de ser votado.

Cada periodo previo a las elecciones es lo mismo, así que mientras tanto, cuídese de los contagios, también de los malos políticos. Dice la Secretaría de salud que contribuyamos a evitar mas contagios, hay que cuidarnos de algo, sobre todo de los malos diagnósticos y en consecuencia de apanicarnos. Seamos solidarios y apoyemos por el bien de todos.

ABUELITAS:

Los titulares de las dependencias del Gobierno del Estado fueron felicitados por el gobernador, ya que   por segunda vez cumplieron al 100% en materia de transparencia. Sin duda, es bueno conocer noticias buenas que benefician a la sociedad. Que sigan los éxitos, es cuanto.