TONALTEPETL

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Por Gustavo L. Solórzano

¡Pásele, pásele, pásele! La voz penetrante, estridente de los gritones de siempre está representada en un hombre que vende los tradicionales ponchos san Marcos, cobijas, edredones y otros productos.

Es la Feria de todos los Santos, la feria de los nuestros, los que se fueron y los que están, de los que vendrán después. La feria que trae a mi mente una infancia que se fue para no volver, esa que tantas veces visité con mi gente allá por la calzada Galván. Ahí, una noche me jugué casi todo mi dinero lanzando dardos a un disco que giraba con las cartas distantes adheridas a su superficie. Cinco piezas de yeso finamente elaboradas fueron mi premio, andaba de suerte; Doña Amadita, amiga de la familia, me encontró y asombrada por mi buena puntería me pidió volver al día siguiente, con dinero de ella, para volver a jugar. Esa noche me compró tres piezas de las que había ganado y al día siguiente regresé.

Platiqué con el director del Instituto de Ferias, Petronilo Vázquez Vuelvas. Lo saludé el domingo ahí en su trinchera cultural, activo, dinámico en su coordinación, al pie del cañón. “habíamos pensado en metas muy conservadoras, hemos rebasado las metas hasta el momento”, fue su respuesta a la pregunta de ¿cómo vamos en el tercer día de feria? La fila de automóviles se ve interminable, la gente está contenta, salen de casa en familia, cuidando las normas, siguiendo las indicaciones sanitarias de protección.

“No sabíamos, no sabíamos ninguno de este equipo como iba a pasar, cuál iba a ser el comportamiento de la gente” agrega Petronilo Vázquez Vuelvas.

Mientras esperaba el momento para atender una entrevista, observo, recuerdo y disfruto, no es la feria de otros años, en nada se parece, es cierto. Afortunadamente en el espacio destinado para diez puestos que ofertan de manera representativa sus productos, se vive una verdadera fiesta.

“En ferias pasadas sabemos perfectamente el comportamiento de la gente, como responden, que puede pasar, pero de ésta no sabíamos” señala el director del Instituto de fomento de ferias. Naturalmente es cierto, la experiencia de años permite definir aproximaciones en ciertos aspectos del comportamiento humano. Sin embargo, en esta ocasión somos testigos de una realidad distinta, difícil de creer y de entender, son muchos los que han regresado a casa. El miedo y el luto se unieron para enseñarnos que la unidad, la fortaleza y la fe, son nuestra verdadera fuerza.

“Si se había estado rebasando todas las metas, hoy (domingo) está apoteósico”, comenta Vázquez Vuelvas, quien se veía naturalmente cansado pero satisfecho, como chiquillo con zapatos nuevos, que, aunque momentáneamente le aprieten, sabe que se amoldarán. No es para menos, organizar y coordinar implica dedicarle tiempo completo a lo que se hace, a lo que apasiona, a lo que mandata la sociedad. Ciertamente vivimos tiempos duros, justo es regalarnos un momento de sana convivencia familiar en el que, sin duda, es el máximo festejo anual de todos los colimenses. La feria no se hace sola, existen muchas personas que la hacen posible, es lógico suponerlo. Instituciones, dependencias, usted, yo, todos aportamos nuestro granito de arena para enriquecer la fiesta de todos los colimenses.

“Gracias a la autoridad municipal por las facilidades que nos está dando” agradece y reitera Petronilo Vázquez, “si se rebasaron todas las metas”.

El día ocho concluye la feria, la invitación esta abierta para la gran familia colimense. “Con todas las medidas de sanidad, felicito a la población colimense, con toda sinceridad, vienen muy ordenados” satisfecho del logro alcanzado hasta el momento de la entrevista, el director del Instituto de Fomento de Ferias, agrega, “Gracias a los comerciantes por una razón, porque han aguantado el ritmo de esta feria, gracias nuevamente a la población colimense, los esperamos estos días, concluye mi entrevistado”.

ABUELITAS:

Me uno en oración por todos los que se fueron, por los de usted que me lee y por los míos. Estoy convencido de que nadie se va del todo si vive en nuestro pensamiento. Es cuanto.