TONALTEPETL

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Por: Gustavo L. Solórzano

Aunque en nuestro estado predomina la humedad, podemos decir que en Colima se manifiestan todos los climas. En consecuencia, la flora y la fauna se muestran acordes a la zona que pertenecen. Al norte encontramos un clima  “cálido sub-húmedo, en las sierras es semicálido es subhúmedo, en las llanuras es cálido semiseco y en la costa es cálido y húmedo”.  Agrego que también existen variedades muy bellas en árboles y especies animales, como ejemplo mencionaré solamente algunos que son significativos como la Parota, el Encino, el Mango, la Papaya, el Guayacán, el limón  y la Palmera, que al igual que el mango existen variedades diversas. La fauna también tiene especies representativas como la Ardilla, el Jabalí de collar, el Venado cola blanca, el Coyote, la torcacita, el Ticúz, etc.

Naturalmente cada lugar tiene sus bases para que tanto la flora como la fauna puedan desarrollarse y en consecuencia reproducirse. En la actualidad, a causa del actual crecimiento insostenible, guiado por intereses particulares a corto plazo y sus consecuencias, la tierra se ha visto en una situación agónica derivado de la degradación ambiental.

La ausencia de lluvia con cañones o sin ellos, no es otra cosa que el reflejo de la deforestación y abuso de contaminantes diversos. La biodiversidad está en grave riesgo y pocas son las personas que lo ven, menos las que hacen algo para frenar su avance. Lo peor de todo es que en el colmo de la parsimonia algunos piensan que solo es cuento, otros comparten información al respecto pero insisto, pocos son los que están trabajando para contrarrestar  el deterioro.

A quienes vivimos en esta era, nos ha tocado ser testigos “ciegos” de una masiva extinción de la cual, obviamente, pagaremos la factura correspondiente. Al igual que las cinco grandes extinciones anteriores, la verdadera preocupación actual es,  una seria posibilidad de provocar una catástrofe que arrastre a la propia especie humana. No sé si usted que me lee, conozca que existe “una caja fuerte” (El Svalbard Global Seed Vault (SGSV)) en donde están guardadas semillas mejoradas de todo lo comestible en nuestro planeta. “El objetivo de la bóveda es preservar –durante cientos de años– la mayoría de los principales cultivos alimentarios de la humanidad a través de sus semillas”. La realidad, dicen otras personas investigadoras, es que se prevé una hambruna y bueno, los que pueden y tienen una buena economía se están preparando.

Ubicado en la isla noruega de Spitsbergen, en el remoto archipiélago ártico de Svalbard, el lugar se encuentra en el interior profundo (150 metros) de una montaña congelada, a 130 metros sobre el nivel del mar, lo que asegura que las instalaciones no se inundarán incluso si los casquetes polares se derritieran. Así mismo, es a prueba de terremotos, radiación, actividad volcánica, tsunamis y otras catástrofes naturales. Incluso, está protegido bajo tratados internacionales para que en caso de guerra permanezca libre de militarización, ¿Qué le parece?

Mientras tanto, en los alrededores de la metrópoli colimense, la guerra por el petróleo verde va ganando terreno, nuestro estado contribuye con la deforestación para la siembra de aguacate, misma que  está en su apogeo, desconozco si se están tomando previsiones al respecto. Sin embargo, al decir de algunos conocedores no es conveniente y menos cuando se destruye para “construir”. En fin, aquí seguiremos hasta que el destino nos alcance.

ABUELITAS:

Desde estas líneas expreso mi sincera felicitación a los miembros de la Rondalla Magisterial de la Secretaría de Educación, que dirige el Prof. José Enrique Cortés Gaytán, quienes  se encuentran de gira participando en el Festival Internacional de Rondallas Guatemala 2019. Es la segunda vez que este grupo artístico asiste a un encuentro de esta naturaleza. El año pasado estuvieron en Costa Rica y tuvieron un éxito rotundo. Bien por la Secretaría de Educación que se apunta un diez con la excelencia musical que llega al corazón de México y del mundo. Es cuanto.