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Por: Gustavo López Solórzano

Hablar de la alimentación adecuada no siempre nos permite ser precisos, aquí cabe la expresión de “lo que es bueno para ti, puede no serlo para mí”. Sin embargo y dentro de lo posible, existen guía de alimentación que pueden ser buenas para todos; mucha gente me pregunta sobre la dieta alcalina y sus bondades. Lo cierto es que si estamos sano o no, es importante balancear los alimentos para que el nuestro organismo fortalezca su funcionamiento y nos dé una mejor capacidad de respuesta ante una eventual enfermedad. Es necesario darnos cuenta de que el estilo de vida actual lleva a muchas personas a descuidar su alimentación y en consecuencia, a seguir una dieta que promueve la inflamación y aumenta el pH intracelular. Esta condición se conoce como acidosis latente, entendida por ser la madre de muchas enfermedades, incluido el cáncer.

Una dieta alcalina mejorará el pH intracelular y es la mejor defensa contra la continua inflamación en el cuerpo. Esta dieta se basa principalmente en vegetales orgánicos de hoja verde, hierbas y especias, tubérculos, cebollas, ajos, puerros, brócoli, coliflor y coles, judías, lentejas, guisantes, nueces y semillas, junto con una pequeña cantidad (una taza o dos por día) de granos sin gluten como el arroz. Una porción de pescado o pollo orgánico algunas veces por semana, puede ser parte de esta dieta saludable, además de 2 o 3 piezas de fruta fresca al día. Como podemos leer no es difícil y si, nutritiva, además de buen sabor de acuerdo al sazón que cada persona tiene.

Por otra parte, una dieta alta en azúcar suprime la función inmunológica al tiempo que aumenta los niveles de insulina en el cuerpo, otro ejemplo desfavorable de la azúcar procesada es que  reduce el magnesio en el cuerpo, lo anterior favorece la proliferación de bacterias nocivas para el organismo y puede derivar en un problema serio para nuestra salud. Conviene entonces evitar en nuestra dieta lácteos procesados, (principalmente leche) pastas, ciertos cereales, panes procesados con azúcar refinada, como los pasteles, galletas, y otros productos horneados. La idea es que estos productos sean la excepción y no la regla de nuestra alimentación. Los  granos enteros sin gluten como el arroz, el trigo sarraceno, la quínoa, el mijo, la avena integral  y el amaranto, son una buena opción para nuestra alimentación, y pueden prepararse excelentes postres con ellos.

Los aceites como el de oliva, de coco y de aguacate, son la mejor opción para nuestra salud pues son anti inflamatorios, además de poseer en el caso del aceite de coco, propiedades antibacterianas y anti fúngicas, lo que da mayor confianza para su consumo. Sobra decir que en esta dieta queda fuera el alcohol  en cualquiera de sus presentaciones. Así que ya lo sabe, renueve su cocina y a disfrutar lo sano que nos da la naturaleza, verá que se sentirá mejor.

ABUELITAS:

“En 1995 la barrera de hielo Larsen A se desintegró en el mar en apenas unos meses. La siguiente en caer fue Larsen B que en apenas 3 años (2002-2005) se esfumó dejando a la deriva nada más y nada menos que 3.250 kilómetros cuadrados de hielo. Y ahora, los satélites avisan que Larsen C, la mayor de todas ellas con una superficie de 50.000 kilómetros cuadrados, presenta grandes fracturas y su camino hacia el océano parece irreversible”. Me refiero a los glaciares que estamos perdiendo y con ello generando mayores riesgos para la vida de nuestro planeta, puedo ser una voz en el desierto, afortunadamente usted me está leyendo.

2016, 63 años de la fundación de la A.C.P.E. es cuánto.