TONALTEPETL

0

Por: Gustavo López Solórzano

De los pobres sabemos todo: en qué no trabajan, qué no comen, cuánto no pesan, cuánto no miden, qué no tienen, qué no piensan, qué no votan,  qué no creen… Solo nos falta saber por qué los pobres son pobres… ¿Será porque su desnudez nos viste y su hambre nos da de comer? Eduardo Galeano, escritor uruguayo.

En mis años de infancia recuerdo  dos vecindades que se ubicaban por la calle Medellín a la altura de donde hoy se encuentran algunas huaracherías, es decir, entre la las calles Nicolás Bravo y Morelos.  Doña Félix era una señora que hacía deliciosas y codiciadas tortillas a mano, había que hacer fila para poder comprarlas y con hambre, soportar el martirio de su rico aroma; ahí mismo, Doña Juana también vendía el mismo producto aunque no con los mismos resultados que la primera, pero eso sí muy sabrosas; ambas mujeres eran ricas en bendiciones, tenían muchos hijos. En la acera de enfrente estaba la otra vecindad, la de Doña Meche, quien  también vendía el producto derivado del maíz.

En esa época, quienes vivían en una vecindad eran personas con cierta marginación social, cultural y económica notorias. Más abajo, por la calle Abasolo existía otra vecindad cuyos habitantes padecían del mismo mal; la pobreza. En ellas se albergaban también los comerciantes en pequeño que venían de otras ciudades buscando un ahorro en sus gastos, los que vendían globos, “Juan burras” con sus jitomates, los jugueteros, cargadores que ayudaban a Don Nacho Moreno para descargar los camiones llenos de fruta y verdura y a otros comerciantes, gente que andaba de paso en tiempo de la Feria de Todos Santos siguiendo el camino de la vida.

Hoy en nuestro país habitan 53. 3 millones de personas en pobreza según el Consejo Nacional para la Evaluación de la Política, (CONEVAL) así mismo, se sabe que esta cifra aumento entre 2010 y 2012 pues eran 52. 8 millones; bendita diferencia. El organismo mencionado también señala que el sector más vulnerable son los menores de 18 años que viven en zonas urbanas y personas mayores de sesenta años que presentan rezago educativo y por ende, faltos de oportunidades. Al decir de algunos, la pobreza se alimenta de las promesas no cumplidas por aquellos que tocan las puertas cada trienio o sexenio, de aquellos que se nutrieron del voto y se quedaron cortos a la hora de implementar políticas adecuadas para combatirla.

A pesar de muchas circunstancias adversas, promesas no cumplidas, discriminación e  injusticias a la vista de todos, la gente confía en sus autoridades y de manera especial esperan que la política implementada por el Presidente Enrique Peña Nieto, sea equitativa para una sociedad mexicana que está harta de discursos demagógicos,  de la violencia, de la miseria, harta de ver en el juego las barajitas repetidas,  una sociedad ávida  de paz y de un México nuevo, confiamos en usted señor Presidente.

 

ABUELITAS

Como parte de una responsabilidad compartida las Secretarías de Educación y Salud pondrán en marcha durante esta semana la jornada nacional denominada “Escuela sin mosco, vive sin dengue”. Lo anterior fue informado por los titulares de ambas instituciones en una importante reunión de trabajo; considero trascendente el hecho de que en esta actividad participen  alumnos y docentes de educación básica, pues además de contribuir con su formación educativa, realizan una actividad de beneficio colectivo. Se debe generar una sinergia entre la escuela, familia y sociedad civil, a partir de una política pública que permita, entre todos, generar las mejores condiciones para que los alumnos y alumnas estén en una escuela segura, saludable, en la que puedan desarrollar plenamente todas sus capacidades y educarse en valores, dijo el Maestro José Guillermo Rangel Lozano. Felicidades Colima. Es cuánto.