TONALTEPETL

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Por: Gustavo López Solórzano

Daría un largo paseo por el bosque y embriagaría mis ojos con todas las bellezas del mundo de la naturaleza, intentando desesperadamente absorber el gran esplendor que se despliega en todo momento ante lo que pueden ver. Helen Keller, autora, activista política, y oradora estadounidense sordociega.

Doña Josefina Carrillo viuda de Chávez, fue la madre del Ing. Arquitecto Rodolfo Chávez Carrillo, quien gobernó Colima de  1955 a 1961, su hermano Rafael fue director de Educación Pública en aquel entonces. Años antes, el profesor Jorge Chávez Carrillo, había pintado los murales de palacio de gobierno en honor a Miguel Hidalgo (1953).

Mamá Chepa, cariñosamente así llamada, se convirtió durante el mandato de su hijo y durante muchos años más, en un ángel para los internos de la penal de Colima, como así se conocía a lo que hoy es el Centro de Prevención y Reinserción Social. La señora Elisa y mi madre, le apoyaban en sus recorridos por los principales negocios de la ciudad y en las visitas  que hacía a colimenses caritativos que podían contribuir con un poco, para aliviar un mucho, las necesidades de quienes habían infringido la ley. Al término de la administración gubernamental, Doña Josefina ya tenía muy dentro de su alma, la titánica tarea de servir a quienes ella consideraba desprotegidos, “no es posible que al que robó por hambre, lo traten igual que al que roba por sinvergüenza”, decía ella y se reía.

Ella se ayudaba modestamente ofreciendo hospedaje y alimentación a viajeros y personas que por diversas circunstancias requerían pasar un tiempo fuera de sus hogares, cuando algún interno cumplía su condena  iba agradecido a  visitarla;  nunca se retiraba con las manos vacías, estoy seguro que muchas veces hizo a un lado prioridades personales para atender las de sus “preciosos”, sin que por ello mostrara alguna inconformidad. Elisa y mi madre estuvieron con ella hasta su muerte e igual vivieron en carne propia las dificultades que representaba pedir para dar. “Mamá Chepa, le encargo una camisa, un pantalón y si se puede unas sandalias”, a la semana siguiente, el pedido llegaba puntual para el interno que lo había solicitado, el amor y la entrega con la que ella cumplía su tarea, eran dignos de admirarse.

Un mal día la llama se apagó y con ella, una historia de años en los que ininterrumpidamente Mamá Chepa llevó amoroso consuelo y sin distingos, a una comunidad olvidada y sin mucha esperanza. Ojalá la autoridad correspondiente tome en cuenta la vida ejemplar de esta mujer para reconocerle como la mujer del siglo, de esas que lamentablemente se están extinguiendo.

ABUELITAS:

Hablando del  Centro de Prevención y Reinserción Social, como parte de su compromiso con los servidores públicos eficientes y honestos, la Universidad de Colima por conducto de su rector, entregó un importante reconocimiento  y la medalla “Ramón Saucedo Morales” al actual director del centro penitenciario Guillermo Segura Brenes, al acto asistieron autoridades estatales y representantes de colegios y barras de abogados quienes se sumaron a lo dicho por José Eduardo Gutiérrez Nava,  en torno al trabajo humano que realiza  Segura Brenes, en beneficio de los internos. Bien por nuestra alma mater que reconoce el quehacer de quienes sirven a Colima y contribuye al fortalecimiento institucional en beneficio de nuestra sociedad.

ERUPCIÓN:

Me uno a la pena de la Profa. María Vaca Pulido y su esposo Octavio Cortez Cárdenas, compañeros jubilados de la Secretaría de Educación, por la irreparable pérdida de su hija Marcela, hago oración para que la luz divina les envuelva y la paz del creador se manifieste en sus vidas. Es cuánto.