TAREA PÚBLICA

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RECTORÍA EDUCATIVA

Por: Carlos Orozco Galeana

Una de cal por las que van de arena pudo haber sido el mensaje del gobierno federal tras ordenar la recuperación del control educativo en Oaxaca. Fueron muchos años, desde 1992, en que  estuvo el aparato  dominado por la  CNTE, que, ya se ha visto, tiene métodos no muy pacíficos para salvaguardar sus intereses y actúa al filo de la navaja, ya que ha sido durante ese lapso  y hasta hace 72 horas, juez y parte.

Esa decisión de Estado, largamente preparada por altos funcionarios del gobierno federal incluido EPN, es sin duda bien recibida por los mexicanos, hastiados y rabiosos de ver casi todos los días actos violentos e impunes de la dirigencia sindical y algunos sedicentes maestros que, a no dudarlo, tras arrebatársele el negocio educativo de manejar hasta 141 mil millones en los últimos diez años, presionará para defender lo que consideran suyo, su patrimonio: el destino educativo de Oaxaca. Pero habrán de equivocarse esta vez.

Errarán rotundamente porque el presidente Enrique Peña Nieto se está jugando  el  pellejo políticamente y  fue muy preciso: con esa determinación, se protege el derecho de los niños y jóvenes oaxaqueños a una educación de calidad. Así, se expresa el compromiso de recuperar lo que el Estado mexicano renunció a tener: la rectoría educativa, tan venida a menos en muchos lugares del país en donde las corrupciones están a la orden del día en el aspecto financiero por el manejo de los fondos educativos.

Peña Nieto se juega su credibilidad menguada por un sinnúmero de actos que han puesto en entredicho hasta la propia identidad del gobierno que representa. Calcularán mal los dirigentes  de la CNTE si sacan a los maestros a la calle y presionan como saben: incendiando, bloqueando carreteras, cerrando aeropuertos o destruyendo lo que encuentren a su paso. Recuérdese que su máximo representante tiene una denuncia penal  que en cualquier momento puede tener consecuencias jurídicas penales. Bien haría Rubén Núñez, su conspicuo dirigente, en pensar en  lo que le ocurrió a Elba Esther Gordillo, y no jugar con fuego.

La acción controladora es un respiro para una administración federal que se cimbró hasta en sus cimientos por las relaciones mantenidas por EPN y varios de sus secretarios con empresarios constructores que culminaron en venta y construcción de inmuebles para ellos a precios por abajo del mercado, y últimamente por la fuga del chapo Guzmán. De modo que esa decisión será respaldada por toda la fuerza  del Estado, y bien que así sea. Será para bien porque, como saben los lectores, los de la CNTE han impuesto  su ley, han dañado el servicio educativo, glorificado la corrupción y se le han enfrentado tradicionalmente casi siempre con saldos a favor.

Bien también por el gobernador oaxaqueño, Gabino Cué, tan cuestionado siempre  por su falta de carácter, pues se armó de valor y  se puso al frente del operativo ordenando la publicación de un decreto reivindicatorio de la educación en su estado para cancelar el tráfico de influencias y la corrupción.

Esta política federal  a favor de la educación debe extenderse para terminar con feudos en estados del país donde algunos mandatarios le muestran una cara al presidente en sus reuniones en Los Pinos sobre su supuesta solidaridad y en sus terruños hacen cosas en dirección distinta a los compromisos estipulados.

Le ponemos esta vez  una palomita de calificación al presidente por haber echado fuera a la CNTE de su feudo. Ya era hora. Puras críticas le han llovido por todas partes, fuera y adentro del país. Ojalá de paso, se anime a recomponer pronto su gabinete en donde se aprecia falta de sensibilidad e ineficacia de varios de sus integrantes.

Ojalá el gobierno federal  apoye resueltamente al gobernador Cué en esta acción tan  necesaria para esclarecer el presente educativo y sentar las bases de un futuro mejor para  Oaxaca y  el país.