TAREA PÚBLICA

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OBAMA EN CAMPAÑA

Por: Carlos Orozco Galeana

La política norteamericana estará en 90 días entrando a su recta final. Ya está definido que Donald Trump, el grosero, agresivo y enemigo de los migrantes mexicanos, candidato de los republicanos, estará en la boleta enfrentándose seguramente a Hillary Clinton, la guapa e inteligente señora que  lucha por la nominación presidencial en su partido y por su  aspiración de ocupar la Casa Blanca.

Las luchas políticas en USA son bastante duras, si bien los candidatos debaten y se atacan entre sí, al final se dan la mano y pareciese que todo se olvida, a diferencia de lo que ocurre en México, en que aquellos se acusan mutuamente lanzándose improperios, acusaciones  de que unos y otros están vinculados  con el narcotráfico. Nada de estrategias. Puro bla, bla, bla. Y si vamos a suciedades, nuestros políticos vecinos son aprendices respecto a la forma como se tratan aquí.

Por estos días, arrecian las descalificaciones entre contrincantes, y a ese tema de las drogas se asocia el del enriquecimiento ilícito de algunos, que acumulan fortunas sin haber trabajado toda su vida más que en el gobierno. Uno de ellos, Miguel Ángel Yunes, un pájaro de cuenta que tiene un historial negro y aspira a gobernar Veracruz por  el PAN –  PRD, reportó  20 millones de patrimonio cuando ya le contabilizaron 500 por lo menos. Los políticos mexicanos se valen  de mil argucias para  confundir con el juego mágico de dónde quedó la bolita, y ocultan sus haberes.

El caso es que Barack Obama anda en campaña. Defiende como un tigre su legado, para que el votante  estadounidense respalde al candidato (a) de su partido. Está en su derecho de referir sus logros, toda vez que la amenaza de continuidad está personificada por un sujeto sumamente cuestionado que resultó competitivo a medida que incursionaba en la campaña y que se impuso a sus poderosos competidores al interior del partido republicano.

Como lo dije alguna vez, Obama es un presidente muy preparado para el cargo, pada la buena política. Quien haya leído su autobiografía, supo de la dedicación de su señora madre, quien de chiquillo lo levantaba a las cuatro de la mañana a perfeccionar el idioma inglés que él ya sabía. Detrás de su formación, estuvo ella, quien le infundió espíritu de lucha y convicciones profundas hacia el servicio público, además de una religiosidad que no oculta.

Con frecuencia, Obama ha mandado mensajes en el sentido de que es un presidente sencillo y sensible: aparece risueño y ni se le nota la carga que trae bajo sus hombros; es que está capacitado para ese empleo. Mientras algunos gobernantes mexicanos se asustan  por cualquier cosa, Obama pone la muestra y les da lecciones sin proponérselo ¿O se lo propone, eh?

Últimamente dijo: “En la política, la ignorancia no es una virtud”.  “No es cool no saber de qué estás hablando. Esto no es lo mismo que decir las cosas como son. No es desafiar la corrección política”. Se preguntó por qué requerimos que un médico haya pasado por la escuela médica y en cambio se acepta que en la política pueda liderar quien no haya hecho nunca este trabajo y exhiba su ignorancia. Pum!

Su afirmación viene a cuento porque Trump se la ha pasado pergeñando ideas de las que poco entiende. Se ha contradicho  en las diferentes materias y tiene fama de que muchas cosas no conciben. Frente a la señora Clinton, poco tiene que hacer en cuanto a experiencia, trayectoria, capacidad  y resultados.

Obama dice y dice bien que en la política la ignorancia  no es una virtud. En México, muchos de quienes compiten por el poder y lo obtienen, carecen de aspectos esenciales en su formación, provienen de hogares desechos, poseen grandes complejos, les falta humanidad, pero tienen una ambición sin límites de ser reconocidos. Al ejercer el poder, se exhiben tal cuales son. Pero esto es un apunte que luego ampliaré.