TAREA POLÍTICA

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LA DISPUTA DEL PUERTO

Por: José Luís Santana Ochoa

Las elecciones de funcionarios públicos a través del voto popular son como las huellas digitales, ninguna es igual a otra, pero entre unas y otras hay características comunes que les permiten a los candidatos y a sus equipos de campaña capitalizar experiencias y replantear estrategias. Muchas cosas han cambiado entre la concurrencia a las urnas el domingo 06/07/2015 y el día de hoy, y otras más están en marcha de cara a los próximos comicios extraordinarios que definirán al titular del ejecutivo estatal para el periodo 2016-2021. El municipio de Manzanillo es un buen ejemplo de ello.

La próxima disputa del bastión electoral del Puerto entre virgilistas con su candidato José Ignacio Peralta Sánchez y el de  los panistas-panistas, no será como la anterior cuando los azules  tres candidatos a diputados locales y la candidata a diputada por el Segundo Distrito Electoral Federal, y sus respectivos equipos de campaña, promovieron con total entrega y entusiasmo el voto cuatro por cuatro, es decir, por la fórmula completa que incluía también a la ahora alcaldesa Gabriela Benavides Cobos que mucho se benefició del voto duro panista al que correspondió pujando fuerte para que sus simpatizantes sufragaran por el priista-verde ecologista-panalista José Ignacio Peralta Sánchez,  y no a favor de su entonces formalmente compañero de partido Jorge Luís Preciado Rodríguez que la respaldó sin cortapisas aun sabiendo que no era por ella correspondido.

A pesar del ‘ayudón’  que al promover a rabiar el voto diferenciado entre los electores manzanillenses el virgilismo le dio a José Ignacio Peralta Sánchez, en la contabilidad final de sufragios registró con las siglas y colores del PRI ocho mil menos que su competidor en solitario el panista Jorge Luís Preciado Rodríguez, misma que se redujo a seis mil con los votos del Verde y del PANAL. A diferencia de la campaña anterior en la que todo era armonía, felicidad y triunfalismo en las filas virgilistas-gabrielistas, para la que viene se vislumbran estragos en ellas derivados de la manifiesta inconformidad de quienes perdieron sus chambas en la administración municipal con la llegada de la futura madre Gabriela Benavides Cobos, y de aquellos que soñaron con ser por ella anotados en la nómina y al final de la luna de miel quedaron fuera.

También desencantada de Gabriela está buena parte de los porteños que sufren los estragos de la desarticulación de la ciudad provocada por las mal planeadas y peor llevadas a cabo obras disque estratégicas, las principales llevan meses suspendidas,  y las compensatorias,  que los tienen más que purgados. Para colmo, las copiosas lluvias registradas la noche del jueves anterior evidenciaron la muy disminuida capacidad de respuesta de la alcaldesa más ocupada en atender su avanzado embarazo que en servirle a la gente que la eligió, pues tuvo una semana para organizar el retiro  de las vialidades los árboles que tumbó el viento de Catrina, basura y demás material obstructivo del libre flujo del agua, y no lo hizo. La consecuencia: cientos de viviendas quedaron inundadas y la movilidad urbana peatonal y vehicular trastocada. Quizá sea tiempo ya de que la señora presidenta solicite licencia para que su gravidez tenga una culminación feliz y los manzanillenses un mejor gobierno municipal como lo merecen.

Aunado a lo anterior, en los últimos cinco meses buena parte de la clase política porteña, del empresariado y de los auténticos liderazgos de colonias, barrios y comunidades del municipio, conoció al verdadero José Ignacio Peralta Sánchez, soberbio y engreído, a quien nadie lo merece, el que nunca les tiró un lazo durante todo ese tiempo porque ya se veía sentado en la grande. Ahora que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de La Federación le dio pa’tras, como por arte de magia, se ha acordado de ellos, cambiazo que por supuesto a nadie convence ya. Así el abarrote, tanto por el mal desempeño que como alcaldesa está teniendo la señora Benavides Cobos como porque el señor Peralta Sánchez les ha revelado a los manzanillenses su verdadera personalidad, a éste no le esperan vientos favorables en el Puerto, sino todo lo contrario, en la próxima elección extraordinaria para gobernador. Al tiempo.

EL ACABO

  • Será de admirar ver del brazo al guerrerense Nabor Ochoa López, al porteño Francisco Zepeda González y al armeritense Virgilio Mendoza Amezcua, de porristas en la próxima campaña electoral del candidato de éste a la gubernatura del estado, José Ignacio Peralta Sánchez.
  • El gobernador interino de Colima, Ramón Pérez Díaz, conoce los problemas que aquejan a los colimenses porque nunca ha salido del estado, misma virtud esta de su antecesor también de extracción humilde aunque de origen rural, no citadino como él, Mario Anguiano Moreno, quien los exacerbó a tal grado dejó a los colimenses más damnificados que si hubieran sido víctimas de terremotos de grado diez y mega ciclones como el Patricia inflado por el presidente Peña.