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UBER HA LLEGADO PARA QUEDARSE

Por: José Luís Santana Ochoa

Los nuevos tiempos y formas de interacción económica que van más allá de las prácticas tradiciones en el intercambio de bienes y de servicios, han llegado para quedarse, así pataleen y hagan berrinche los acaparadores de concesiones para el servicio de taxis, por ejemplo, que no son lo mismo que los choferes que les trabajan. Sobre el tema, Alberto García Ruvalcaba publicó interesante análisis el día 8 anterior en el periódico MURAL de la ciudad de Guadalajara un interesante análisis según el cual el estado mexicano “está en una encrucijada de la cual puede no estar enterado. Si cede ahora a los chantajes del gremio de los taxistas para someter a Uber al obsoleto sistema de la economía planificada de permisos, muy pronto estará metido en un problema más serio porque la misma revolución económica que alborota ese mercado está desordenando ya muchos otros”.

García Ruvalcaba cita como ejemplos a los hoteleros que demandarán al mismo proteccionista gobierno  intervenga para suprimir la competencia de Airbnb ( una aplicación que permite al usuario rentar su casa o sus habitaciones como un hotel); los banqueros, regule la aplicación Lending Club que elimina la intermediación financiera dando a los inversionistas mayores rendimientos y ofreciendo a los usuarios préstamos con menores tasas a las del mercado; y los casa bolseros le exigirán que se regule la aplicación Kickstarter y las otras 450 plataformas de recaudación de fondos en línea porque se saltan las reglas del sistema financiero para la colocación de acciones al público.

El agudo analista se pregunta lo que ocurrirá cuando “los furibundos taxistas – léase los dueños de concesiones como las que usufructúan en Colima conocidos privilegiados del sistema-   y fleteros se den cuenta de que cualquier persona puede ganarse unos pesos dando aventones a extraños a través de la aplicación Lyft o cuando las arrendadoras de autos exijan meter en cintura a Getaround, aplicación que permite al usuario rentar su auto cuando no lo necesita.  ¿Se enojarán los médicos con HealthTap, los abogados con UpCounsel, los dueños de estacionamientos con JustPark, los contratistas con TaskRabbit, los restauranteros con Fatwita? Los ejemplos de esta nueva revolución económica abundan y son abanderados ya por miles de novedosas compañías”.

Para el mismo Alberto García Ruvalcaba, Uber es apenas la punta del iceberg del momento que se avecina “parecido al del inicio de la Revolución industrial, cuando la innovación vino a cambiar sustancialmente las reglas del juego. Este modelo de negocios permite a los usuarios sacar provecho de sus bienes y su trabajo a una escala y con una eficiencia nunca antes vista. Provee un marco que convierte a cualquier usuario en un microempresario capaz de concurrir a un mercado que antes le estaba vedado. Las herramientas de esta revolución son los modestos teléfonos inteligentes y las aplicaciones, y una no menos importante dosis de rebeldía que los hace ver al Estado como un obstáculo a su libertad individual. No por nada la mayoría de sus usuarios son jóvenes menores de 35 años”.

“Por eso es importante el caso Uber. Está demostrando cuáles gobiernos están entendiendo esta nueva cultura de la libertad microempresarial. Es ilustrativo comparar la postura de nuestros gobiernos con la que apenas hace cuatro meses emitió el Gobierno británico a través de su Ministro de Negocios, Empresa y Energía: Estas plataformas (las aplicaciones) han visto el surgimiento de nuevos emprendedores. Ellos son los provocadores, los innovadores y los agitadores -los que buscan sin cesar sacudir los mercados mientras encuentran formas de resolver nuestros problemas-. Nosotros los apoyamos y queremos ayudarlos a que hagan más fáciles nuestras vidas. Estamos eliminando las barreras que impiden que la gente comparta sus bienes, y les daremos el poder de hacer más con ellos y con sus capacidades. La economía colaborativa está madurando, ha pasado de ser una corriente marginal a una preponderante, y nosotros en el gobierno estamos comprometidos a asegurar que Gran Bretaña sea el mejor entorno en el mundo para que estas empresas florezcan”.

“Pero hay un punto aún más relevante. Se trata de la incapacidad material de los gobiernos para detener esta nueva modalidad de negocios. El Estado no tiene los recursos para vigilar e implementar políticas tradicionales de fiscalización y control de estas operaciones comerciales. Al menos no en el sentido en el que algunos gobiernos lo están intentando mediante la prohibición o la limitación de la oferta. La postura británica es por eso doblemente acertada. Evita la predecible obsolescencia del Estado adaptándose a la nueva situación y se alía a estos revolucionarios consumidores y empresarios para estar en condiciones de realizar su función desde dentro de sus dinámicas”. 

EL ACABO

  • Para el dirigente del Frente Colimense de Transportistas A.C, Hugo Ernesto Chávez Ríos, y el diputado local Héctor Insúa García, Secretario de la Comisión de Transportes en el Congreso del Estado, la llegada  de Uber al estado de Colima “sería ilegal y es muy poco probable”. ¡No pos’ sí!
  • La diputada local Yulenny Cortés opina que “siendo un servicio eficaz y eficiente- el que presta Uber- que además es muy demandado por los colimenses, pues ahora contamos con un servicio muy deficiente en materia de transporte público. Independientemente de que fuese esta empresa o no la que viene a ofrecerlo, lo importante es ofrecer un buen servicio de transporte a los colimenses”. ¿O no?
  • El diputado Heriberto Leal Valencia ve positivo el servicio que ofrece Uber en varios estados del país para desplazar en mejores condiciones de seguridad a los usuarios, para implementar el cual en Colima “sin duda tenemos que analizar y dialogar con los concesionarios, porque toda reforma requiere hacer foros, para poder analizar las ventajas y desventajas de las mayorías”, que son a las que hay que obedecer, no a los flotilleros de taxis.