CUATRO A UNO
Por: José Luís Santana Ochoa
A diferencia de hace tres años cuando Ernesto Cordero Arrollo le dio más batalla a Gustavo Madero Muñoz, la contienda por la dirigencia del panismo nacional que culminó el domingo anterior con la amplísima victoria, cuatro a uno, del queretano Ricardo Anaya Cortés sobre el chihuahuense Javier Corral Jurado, no deja lugar a dudas de cuál fue la voluntad mayoritaria de la militancia panista que lo largo y ancho del país acudió a los centros de votación a sufragar por el candidato de su preferencia.
“Veíamos la cargada por todo el país y estábamos en un esfuerzo a contracorriente, pero nunca pensamos que los resultados nos fueran a ser tan desfavorables, más adversos de lo esperado”, declaró Corral Jurado tras conocerlos para sacar luego de su lastimado pecho la acusación de que el triunfo de Anaya Cortés “está trazado por la simulación, corrupción, inequidad y un padrón inflado”. Normal y entendible su derecho al pataleo, como positiva la disposición del nuevo presidente del CEN del PAN al diálogo, la conciliación y el trabajo coordinado. “A Javier Corral, le reitero a él, a su equipo de trabajo, le tendemos la mano sin reservas, porque el mejor PAN es el que podemos construir todos juntos. Para nosotros la contienda ha quedado atrás, es tiempo ahora de reencuentro y de reconciliación, es tiempo de unidad, unidad del PAN para servir a México, unidad para que gane México”, estableció RAC con meridiana claridad.
Tiempo y oportunidad habrá de comprobar si el nuevo dirigente nacional del blanquiazul cumple o no sus promesas de transparencia, combate a los privilegios y austeridad al interior del Partido Acción Nacional; si hace públicas o no sus declaraciones patrimonial, fiscal y de intereses; si reduce o no a la mitad la nómina y su propio sueldo; si vuela o no en clase económica; y si acredita o no en sus hechos, apertura, tolerancia y generosidad para los corralistas.
También por verse está si su discurso sobre la importancia de los jóvenes en la vida partidista se traduce en asignaciones presupuestales para programas y acciones que propicien su desarrollo político, y en oportunidades de participar como candidatos a diversos cargos de elección popular, incluida la vía plurinominal por la que gustan tanto transitar los jefes de las familias y clanes panistas; si el partido bajo su liderazgo asume una posición crítica ante el gobierno del presidente Peña que ha sido incapaz de conducir al país “por el camino correcto”. Para abrir boca, podría empezar por presionar para que se le dé pa’tras a la nefasta reforma fiscal videgarayista.
El panismo colimense también votó en el mismo sentido y proporción que el promedio nacional, dándole el 80 por ciento de la votación válida emitida a Ricardo Anaya Cortés, y el restante 20 por ciento a Javier Corral Jurado, lo que permite esperar que la próxima renovación del CDE del PAN no será tan cerrada como lo han sido las inmediatas anteriores. Después de las deslealtades y traiciones de panistas bribones de siete suelas como Pedro “el más priista de los panistas” Peralta Rivas, ojalá que los que se han mantenido fieles a sus principios y convicciones, a sus siglas y colores partidistas, que son la inmensa mayoría, se pongan al alba para que no los vuelvan a chamaquear.
EL ACABO
- A pesar de no ser ninguna perita en dulce ni monedita de oro, la diputada local electa Martha Leticia Sosa Govea, por su experiencia legislativa y en la administración pública municipal, y lealtad partidista, es la indicada para coordinar no sólo a sus compañeros de bancada sino el Congreso del Estado en su conjunto.
- La alcaldesa electa de Manzanillo, la panista Gabriela Benavides Cobos, feliz de la vida ‘que le ha dado tanto’, porque en unos seis meses más debutará también como mamá. Para ella y el nuevo porteñito(a) en gestación, los mejores deseos.