TAREA POLÍTICA

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LOS BRONCOS DE COLIMA

Por: José Luís Santana Ochoa

El domingo 7 de junio de 2015, los votantes colimenses colapsaron  estrepitosamente al viejo modelo priista de organización territorial, por sectores y organizaciones adherentes, corporativista; también, evidenciaron la inoperancia del enfoque tradicional prisita centrado en la satisfacción de los intereses grupales y las  cuotas partidistas y no en las expectativas y demandas ciudadanas, en la gente como razón de ser y de hacer de los  partidos políticos que se deben a la sociedad y no a la cúpulas que los regentean. El modelo propagandístico del spot, la publicidad fija y sobre ruedas, y el grosero colaboracionismo de las barras bravas de los medios de comunicación oficialistas, igualmente valió madres. Si el PRI no le fue peor es gracias a la mano que le echaron PVEM, PANAL, MC, PRD y algunos  trásfugas  azules.

Los broncos de Colima encabezados por el candidato del PAN a la gubernatura del estado, Jorge Luis Preciado Rodríguez, encueraron  las flaquezas de los líderes sindicales para- prisitas que, probado quedó, no logran movilizar hacia las urnas ni a sus familias, “cuantimenos” a los miles de electores sujetos a la sindicalización obligada. Lo mismo sucedió con las estructuras del gobierno del estado y los municipios gobernados  por el PRI que no pudieron contener el gran rechazo ciudadano hacia el partido en el poder estatal a pesar de haber utilizado las fuerzas policiacas a su servicio- casual de anulación- , pero sí ahuyentar a varios miles de electores de las urnas para que no sufragaran en su contra, tarea a la que loco de contento se sumó el IEE que propició el retardismo en la apertura de casillas y cambios en las listas de electores para fastidiarlos y provocar que no votarán.

El domingo pintado de azul no sólo perdieron en Colima los candidatos priistas y sus aliados panalistas, sino que también fueron reprobados los nefastos gobiernos silverista y anguianista y sus insaciables gavillas;  el coordinador regional del PRI para los estados de Michoacán y Jalisco donde también le pegaron le  como a Bucho, duro, tupido y mucho, Fernando Moreno Peña; y el ex gobernador Gustavo Alberto Vázquez Montes. Las derrotas que los colimenses agraviados por los abusos del poder les infringieron a sus cónyuges Alma Delia Arreola, Hilda Ceballos y Norma Galindo, son claro indicador de su rechazo y condena.

El descontento ciudadano que en Nuevo León fue capitalizado por Jaime Rodríguez “El Bronco”, en Jalisco por Enrique Alfaro y en Colima por Jorge Luis Preciado que levantó enorme y brava  ola que arrasó con el 90% del territorio estatal y las diputaciones locales en disputa, va más allá de los colores y las siglas de los partidos de oposición, pues se trata de movimientos sociales tan amplios que los rebasan por mucho. Por ello, quienes regentean los restos del priismo local están cometiendo un grave error de cálculo creyendo que sólo enfrentan a Jorge Luis Preciado y al PAN cuando, a diferencia de 1997, 2003, 2005 y 2009, por primera vez en la historia de la disputa por la gubernatura del estado, el PRI ha topado con el pueblo-pueblo, con las masas populares, con gente decidida a defender su voto, no con los tradicionalmente presas fáciles  panistas.

Al persistir en su equivocada violencia verbal y física como la que ejercieron el martes anterior frente a las instalaciones del IEE en contra del solitario Jorge Luís Preciado Rodríguez al que le hicieron montón cubiertos por la prensa a su servicio, los priistas le abonan a la confrontación que pude ser de pronóstico reservado, pues capacidad de respuesta es lo que le sobra al bronco movimiento que lidera el nada dejado coquimatlense. La multitudinaria  manifestación del martes anterior que convocó a bote pronto  y a la que asistieron varios miles de ciudadanos, es sólo el primer aviso de lo que viene en camino. ¡ Luego que no se asusten de los flamazos que por atizarle al fuego electoral están provocando los derrotados priistas!

EL ACABO

  • A la hora de la verdad electoral, valieron un comino las docenas de primeros lugares nacionales en todos los rubros del quehacer de la administración anguianistas que tantos millones de pesos le costaron al noble y aguantador pueblo colimense, tanto por concepto de compra como de difusión de los mismos.
  • Mientras son peras o manzanas, las instituciones electorales deben hacer su trabajo con estricto apego a la ley.