TAREA POLÍTICA

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INCOMPETENCIA Y OPACIDAD

Por: José Luis Santana Ochoa

Como Director General que fue de IVECOL, ahora INSUVI; Secretario de Desarrollo Urbano del Gobierno del Estado; y desde hace un par de años Director del Centro SCT en Colima, Óscar Alejandro Torres Contreras ha tenido un desempeño mediocre y opaco por el que en cualesquiera otros lares lo hubieran corrido y encausado, pero no aquí donde todo se tolera y todo se olvida estando de por medio el poderoso caballero que es Don Dinero Público del que nadie le rinde cuentas a nadie, donde la impunidad impera.

La estela de corrupción dejada a su paso por  IVECOL-INSUVI –SEDUR y CENTRO SCT COLIMA, y su incompetencia manifiesta en el desempeño de estas tres encomiendas que en mala hora para los colimenses le asignó el permisivo con sus cuates todavía gobernador del estado, Mario Anguiano Moreno, ha pasado desapercibida  tanto  para los órganos de fiscalización locales como para  los de naturaleza federal. Pareciera que sólo en Oaxaca donde enjaularon a prominentes miembros de la pandilla del ex gobernador  José Nelson  Murat Casab y en  Guerrero donde  traen enjeringados a Ángel Aguirre y su  pandilla,  hace aire.

Hay que recordar las dilaciones, deficiencias y daños a terceros provocados por la mala planeación y ejecución, pésima supervisión y peor  calidad de las obras de ampliación del Tercer Anillo Periférico en su tramo Colima-Villa de Álvarez, misma historia que se está repitiendo en la ampliación de la carretera Colima- Manzanillo que debió haber concluido a fines de 2014 y que se prolongará más allá de las próximas vacaciones de semana santa y pascua, para fastidiarle la vida a los miles de turistas que visitan las playas colimenses en esa temporada vacacional, lo que no preocupa ni ocupa a Torres Contreras que continúa tan campante como Don Sebas. En Manzanillo parados están los trabajos del Túnel Ferroviario y otras importantes obras pensadas para mejorar la conectividad del puerto y  la movilidad urbana.

El colmo es que el factor limitante no es el dinero, pues como el propio Secretario de Comunicaciones y Transportes del Gobierno Federal, Gerardo Ruiz Esparza, declaró en su reciente visita a Colima, la obra del túnel ferroviario de Manzanillo “trae un atraso, por lo que ya tomamos medidas para que se regularice y aceleremos el paso, porque sabemos que es importante para el cruce de camiones y autos, Más que un problema de dilación por recursos, que hasta ahorita no lo ha habido, ha sido más bien por parte del constructor, pero establecimos tiempos fatales para que en una semana se normalice. Si el jueves de la siguiente semana no se modera el ritmo de la construcción, vamos a tomar una determinación anticipada para asignársela a alguien más”. Lo mismo debiera hacer respecto a su Director del Centro SCT en Colima, Alejandro Torres Contreras: Correrlo por incompetente y trinquetero y  nombrar en su lugar  a “alguien más”.

Molesto ante los reclamos ciudadanos por la tardanza de la obra de ampliación de la carretera Colima a Manzanillo, Ruiz Esparza le ordenó tajante  a Torres Contreras que hoy lunes, sin excusa ni pretexto, deberá haber un ejército de obreros y todo el equipo y maquinaria necesarios para reanudar los trabajos abandonados, y entregarlos terminados a más  tardar el 31 de marzo próximo, justo al inicio del asueto bisemanal de primavera. Pesos contra centavos a que ello no ocurrirá porque la empresa involucrada, Constructora y Urbanizadora Bonaterra S.A. de C.V, la misma que presuntamente participó en el “negocito” de las tres mil toneladas de asfalto donadas por PEMEX al Gobierno del Estado, recibió ya la mayor parte del dinero por concepto de anticipos, y sabido es que música pagada no toca buen son.

 

EL ACABO

Es notorio el contraste entre  la falta de responsabilidad y profesionalismo de la empresa Constructora y Urbanizadora Bonaterra S.A. de C.V, y el compromiso y seriedad de la que tuvo a su cargo la ampliación del la misma carrera en su tramo Colima- Tonila que observó orden y buena señalización en la ejecución de los trabajos, mientras que en el tramo de Colima a Manzanillo predominaron la lentitud de los trabajos,  el desorden y la señalización deficiente e inadecuada, todo lo cual  a ocasionó  un sinnúmero de accidentes con lesiones en personas y cuantiosos daños materiales, que debiera haber pagado de sus ahorritos Óscar Alejandro Torres Contreras.