SIMPLEMENTE MUJER

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    De verdad nos ahorraríamos muchos dolores de cabeza si utilizamos nuestro pensamiento creativo y de esta forma reformuláramos el problema.

    Si abrimos nuestra mente y quitamos las ideas que tenemos ya preconcebidas, nos será más fácil entender que cada situación tiene diversas maneras de entenderlas, y por tanto varias alternativas de solución.

    Es importante adoptar una visión más amplia, por lo que es indispensable estar dispuestos a modificar aspectos de nuestra vida. La fuerza de voluntad juega un papel muy importante, así como tener la capacidad para considerar muchas opciones, incluso considerar opciones que jamás habríamos imaginado.

    Lo maravilloso del pensamiento creativo es que nos brinda la oportunidad de transitar por caminos poco frecuentes y de esa manera afrontar los problemas desde una perspectiva totalmente nueva y así desarrollar nuestra creatividad e ingenio.

    Cuando suponemos que determinado problema no tiene solución, estamos pensando de forma estrecha, esto significa que nosotr@s mismos estamos limitando las posibilidades de solución y, por lo contrario, tenderíamos que ampliar nuestros horizontes para eliminar las barreras mentales que no existen más que en nuestra propia mente.

    Resulta de gran ayuda que cuando aparentemente se nos cierran todos los caminos, revisar lo que habitualmente llamamos prejuicios y disposiciones, y no regirnos estrictamente bajo éstos, ya que generalmente nos influyen sin que tomemos conciencia de ellos.

    Por lo general, estos preceptos los tomamos de las propias experiencias vividas y de las que se adquieren del saber colectivo, y pensamos que ¨ya sabemos lo que sucederá cuando ocurra tal o cual cosa” y queremos decidir en función de eso. En consecuencia repetimos los esquemas una y otra vez.

    No niego que sea bueno aprender de toda experiencia, pero considero que debemos tomar en cuenta que dichas situaciones no siempre se dan en el mismo escenario y condiciones; por eso no necesariamente tendremos iguales resultados.

    En función de esto, es preciso actualicemos constantemente en todos los sentidos, para identificar si lo que creemos saber y cuestionarnos si sigue siendo válido para el momento de tomar decisiones trascendentes.

    Ahora bien, cuando nos regimos por las experiencias ajenas debemos tener mucho cuidado de no caer simplemente en imitaciones, pues entonces estaríamos pensando ¨ell@s saben lo que sucede cuando…¨ y dejaríamos de aportar nuestra manera de pensar.

    De ahí el valor de discernir cuándo aprender de las experiencias y resultados de los demás, y cuándo es importante –incluso necesario- “entrarle” por si mismos, para hacer lo que consideremos correcto y sacar conclusiones a partir de nuestro actuar.

    No necesariamente tenemos que cambiar en su totalidad los preceptos y mandatos que generalmente nos rigen (de hecho no es posible hacerlo), pero si es indispensable descubrirlos y cuestionarlos.

    Aun cuando se nos presenten conflictos semejantes, tendremos que aplicarnos rápidamente a realizar un análisis del contexto en el que se da y de la situación en la que nosotros nos encontramos.

    No olvidemos que la creatividad es un conjunto de actitudes ante la vida que involucra cualidades no solo de carácter intelectual o cognitivo, sino también emocionales y sociales que viene a ser una integradora de la personalidad.

    De esta manera, en cualquiera de los casos, lo más importante es que seamos nosotr@s los que manejemos nuestras creencias y no a la inversa.

    A tod@s ustedes gracias por leerme; les deseo que Dios les Bendiga y les recuerdo que ahora es el momento de ser felices…. ¡Hagámoslo!

    ([email protected])