PUNTO SOCIOLÓGICO

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NUEVA DIRIGENCIA EN EL PRI

Por: J. Daniel Miranda Medrano*

El PRI sigue siendo  el partido más importante en Colima, el que ha conducido los destinos de la entidad y si bien su hegemonía ha disminuido  visiblemente en las ultima décadas, continua siendo el partido  que ostenta la titularidad  del Poder Ejecutivo Estatal.

En cuanto a las elecciones, en la historia de Colima siempre obtuvo los porcentajes más altos por sí mismo (sin mediar coaliciones) en los comicios de gobernador, situación que comenzó a cambiar desde hace décadas donde la competencia del PAN, pusó en riesgo su permanencia como partido mayoritario.

Esta situación se percibió indudablemente en las pasadas elecciones ordinarias de 2015, donde su candidato estuvo apenas a  cinco centenas de votos arriba del aspirante del PAN y  no fue derrotado gracias a  las alianzas con otros partidos; sin embargo, el PRI por si solo perdió esa posición y otras como la de diputado federal en el distrito 01 en la que la  alianza lo salvaron de  la derrota. Esta condición sí se reflejó en la composición del Congreso Local y en las principales presidencias municipales, en el primer caso perdió por primera vez la  histórica hegemonía que ostentaba en el órgano local legislativo y de representación; en el segundo perdió los ayuntamientos más importantes de Colima, Manzanillo, Tecomán y Villa de Álvarez en manos de su eterno competidor.

En otras palabras, estamos hablando de lo que ya es conocido por todos, el PRI en 2015 estuvo a punto de perder todo lo que se puso en juego incluso la joya de la corana de Hidalgo y Reforma. Las condiciones de lo anterior son también del dominio público; el pésimo manejo gubernamental que más que gobierno fue una especie de cártel que dejo en el desastre financiero a la administración pública y con ello a cientos de familias de burócratas, que sufrieron las consecuencias con los recortes gubernamentales.  Y en la dirigencia priísta de nada ayudó sino todo lo contrario, Francisco Anzar el “Tamacuas” quien junto con el grupo en ese entonces en el poder  (el político y no solo el de su partido) dejó de operar o lo hicieron en contra del hoy gobernador.

Y en este contexto resulta lamentable y patético el caso del hombre de pequeña estatura política Rigoberto Salazar, que ya pasó a la historia como el responsable directo de la anulación de la elección. Gris final para un hombre gris.  Y hablando de tragedias, resulta lamentable que algunas de las personas que lo adularon y en su momento lo apoyaron ahora estén desfilando por la calzada Galván deslindándose totalmente de lo que fueron parte, como es el caso de Patricia  y Gerardo.

Es este el contexto en el que tomó posesión como nuevo dirigente del PRI Rogelio Rueda Sánchez, persona que ha ocupado los más diversos cargos públicos y hombre de las confianzas del actual dirigente del PRI Manlio Fabio Beltrones; Rueda a lo largo de su trayectoria ha conocido las entrañas del poder y su  complejo enramado institucional. Ya como presidente eventual del partido rescató la gubernatura de manera contundente, de tal suerte que alejó toda posibilidad de una nueva  impugnación.

De aquí en adelante su tarea no va a ser nada fácil, tiene la responsabilidad de  recuperar las posiciones perdidas y de cambiar realmente la vieja estructura y  cultura priísta para adecuarse a los nuevos tiempos del pluralismo y la competitividad mirando al 2018. Debe de actuar  también con respecto al grupo político de priístas traidores con todo el Rigo(r) de la normatividad aplicable, y tiene que acercar  más el partido a la sociedad tal y como lo señaló porque la gente ya no cree en la partidocracia. La presidencia  de Rueda puede augurarle otros tiempos al priísmo colimense.

*Twitter: @jdanie17