EL FIN DEL PRD COLIMENSE
Por: J. Daniel Miranda Medrano*
Fundado en 1989, el Partido de la Revolución Democrática ha tenido una historia de arritmias, altas y bajas y una crisis interminable que la complejidad de los grupos que lo conforman hacen que subsista como un enfermo terminal que no termina de morir.
El PRD nacional surgió como un heterogéneo partido donde se conjugaron las más distintas corrientes de la izquierda mexicana, pero que hoy no representa ya los ideales de esa izquierda que fue la base de su fundación. Las tribus que se disputan las jugosas prebendas y el presupuesto público ocasionaron que el partido perdiera su sentido original, más preocupados por gozar las dádivas del poder que de implicarse en los verdaderos asuntos que decían pregonar y representar.
A nivel nacional el partido gobierna los estados de Michoacán, Tabasco, y desgobierna el estado de Morelos donde los ciudadanos ya no saben qué hacer con Graco Ramírez. Tiene también el gobierno la Ciudad de México que es la joya de la corona, pero la aparición de Morena hizo que perdiera ocho delegaciones y la mayoría en la Asamblea de Legislativa local. En Guerrero perdió la gubernatura que pasó a poder del PRI, y en la Cámara de diputados también disminuyó el número de sus legisladores.
Y en este contexto de declive podemos situar la esencia del PRD colimense, que ha sido aquí desde su fundación un partido marginal. De hecho en esta entidad se vive un bipartidismo que tuvo su expresión más acabada en la pasada elección de gobernador ordinaria, la misma que anuló el Tepjf para repetirla después con resultados más abrumadores. Y si bien el partido se asemeja más a un grupo de presión, ahora los últimos sucesos le dan un puntapié y le ponen un clavo más a la tumba política de esta organización política. Se cuentan con las manos los verdaderos militantes de la izquierda aquí, una izquierda disminuida que se dividió aún más por la presencia también marginal de Morena.
Es por ello que el rompimiento que acaban de protagonizar Martha Zepeda e Indira Vizcaíno no le augura nada positivo a la micro presencia del PRD en esta entidad de cocos, palmeras y elecciones extraordinarias. En este contexto, me he manifestado de manera positiva con la presencia de la ex alcaldesa de Cuauhtémoc en el gabinete de Ignacio Peralta, estoy seguro que la joven e inteligente dama le va dar un giro de 180 grados a la dependencia encargada del desarrollo social, sobre todo por el fraude en que se convirtió ese dependencia con Rigoberto Salazar (Por cierto que el de Comala ya se fue, pero sus cercanos paleros siguen cobrando allí).
Pero de forma lamentable, la ex candidata a la gubernatura no lo vio así y decidió hacer público su rompimiento con quien la hizo políticamente. Y un elemento que viene a complicar aún más el diferendo es que el CEN del PRD la acaba de nombrar delegada especial, lo que significa que ella será la nueva dirigente estatal.
A Indira lo que más le conviene es dedicarse trabajar e involucrarse en el área y tareas específicas para que fue designada y no dejarse enganchar por lo que pretendan hacer ahora sus detractores desde la nueva dirigencia estatal. Con o sin partido su responsabilidad esta ahora con toda la sociedad colimense (como lo fue en su momento en Cuauhtémoc) y en ese sentido debe de guiar sus propósitos y acciones.
Pero regresando al tema, podemos concluir que los arrebatos de Martha Zepeda en contra de su antigua jefa y amiga adquieren un nuevo nivel de relevancia en virtud de la nueva posición de Zepeda del Toro, lo que no le augura nada positivo al muy disminuido PRD colimense. El desencuentro entre las dos damas auspicia un nuevo episodio a la agonía interminable del PRD.
*Twitter: @jdanie17