POSITIVISMO

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Por: Manuel Olvera Sánchez

Es en la segunda mitad del siglo XIX, cuando el romanticismo que caracterizaba al idealismo alemán, comienza a perder vigencia. El positivismo pretende “atenerse a los hechos” y toma a la ciencia experimental como modelo de toda racionalidad.

El Positivismo es pues  una corriente de pensamiento de carácter filosófico – científico, que durante un buen tiempo del siglo XIX estuvo presente en Europa en gran medida en Francia, Inglaterra, Alemania e Italia; y con el correr del tiempo se traslada a  EEUU  y América Latina.

Vale recordar que  el desarrollo del positivismo está relacionado con la Revolución Francesalo que derivó en una transformación del  ser humano y a la sociedad en objetos de estudio científico, rebatiendo completamente al pensamiento feudalista; se trata de no dar como válidos científicamente otros conocimientos, solo los de procedencia que derivan de la experiencia, rechazando, por tanto, toda noción a priori y todo concepto universal y absoluto.

En ese sentido el hombre empezó a filosofar del porqué de las cosas y al no encontrar respuesta en la religión la buscaban en la ciencia y es aquí donde nace el  positivismo señalado que lo único válido es lo científico.

Al francés  Isidoro Augusto María Francisco Javier Comte se le consideraba el maestro del positivismo. Javier Comte a sus pocos años ya manifestaba ser  reacio  con la  Religión católica tradicional, rechazando también rechazaba las doctrinas monárquicas.

Fue un excelente matemático y compartía sus conocimientos con los demás, Comte ingreso a la escuela elitista politécnica, de donde fue expulsado con otros compañeros de escuela por haberle dado una  calurosa bienvenida a Napoleón Bonaparte de ahí que lo acusaran de  republicanismo e indisciplina.

Señalan que se inclinó por el término  positivismo ya que  señalaba la realidad y tendencia constructiva por la cual el luchó debido al aspecto teórico de la doctrina, procediendo en forma general, y marcado interés  por la reorganización de la vida social para el bien de la humanidad a través del conocimiento científico, y por esta vía, del control de las fuerzas naturales.

Al haberle tocado vivir de cerca la problemática relacionada con conflictos sociales y políticos, el proponía una reorganización intelectual, moral y política del orden social.

Fue en esta época donde se presentan las grandes diferencias entre dos grandes pensamientos como lo fueron el religioso y el científico.

Crece tanto este movimiento al adoptar muchas personas sus  ideas filosóficas que casi logran crear una religión, una especie de culto hacia el hombre.

Al referirnos al positivismo y cuál es su aporte a la educación debemos decir que pretendía formar humanos que fueran libres de defectos, con un  espíritu practico,  buscando relegar el modelo de la educación escolástica.

En lo que concierne a nuestro país, debemos mencionar que en la segunda mitad del siglo XIX México vive los albores de su vida independiente., siendo este el momento de trazar un proyecto para la nación recién emancipada, que abarque todos los ámbitos del orden social.

En  términos reales se quería dar un nuevo rumbo a la política, la economía, la cultura y, por supuesto, a la educación. De hecho este último ámbito se concibe como el principio y fundamento de todo cambio.

La preocupación por reformar al país se convierte en un tema de las discusiones de los círculos intelectuales que, ante todo, proponen la constitución de un estado laico. Tal es el contexto en el que reciben y estudian la filosofía positivista del francés Augusto Comte (1798-1852).

Si recordamos, en términos generales, cuál es la postura que adopta el positivismo comtiano, comprenderemos por qué sus tesis respondieron a los anhelos de cambio, libertad y emancipación política e ideológica del estado mexicano.

El pensamiento de Augusto Comte sigue la línea de los primeros filósofos modernos, que postularon a la razón y a la investigación dirigida por el rigor de un método, como las únicas herramientas confiables para conocer el mundo. En función de tal conocimiento, la humanidad sería capaz de orientarse y establecer un orden social mucho más apegado a la racionalidad científica, y la experiencia y la inducción, los métodos exclusivos de la ciencia.

Dentro de lo negativo que se menciona del positivismo es lo relacionado que crea seres mecanizados y que  no se le daba importancia a la capacidad del niño, también el que pide  al maestro regirse al programa y olvidando los otros factores exógenos que rodean al alumno, ahí se percibe un rasgo positivista en nuestra época, el docente desconoce la problemática a  la cual el niño se esté enfrentando al grado de que puede no haber comido.

Debemos tener presente que la doctrina del positivismo se basa en algunos mecanismos y postulados que deben ser tomados en cuenta por el sector educativo y los maestros.

Si recordamos, en términos generales, cuál es la postura que adopta el positivismo comtiano, comprenderemos por qué sus tesis respondieron a los anhelos de cambio, libertad y emancipación política e ideológica del estado mexicano.

La visión que tenías sobre mí, no la defraudare, eso me fortalece aún más, serás ese impulso para lograrlo.

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