Por José Díaz Madrigal
Mañana 8 de Abril, es aniversario luctuoso del que fue sin duda el pintor más famoso del siglo pasado. Se cumplen 51 años de la muerte de Pablo Picasso. Su larga vida y enorme productividad, le permitieron tomar parte y también influir, en muchos de los movimientos artísticos relacionados con la escultura; pero sobre todo con la pintura y que han conformado la historia del arte hasta nuestros días.
Picasso era malagueño, nació en Málaga en el sur de España en 1881. De niño era un chiquillo rebelde, en la escuela prestaba poca atención a los profesores; más bien se mantenía entretenido haciendo lo que en verdad le gustaba y lo hacía con destreza y facilidad. Se pasaba horas enteras pintarrajeando rostros de los maestros o de los compañeros de clases, pero a modo de caricatura; también pintaba atardeceres o playas soleadas del Mediterráneo español.
La habilidad para el dibujo fue heredada de su Padre, que tenía a cargo la clase de pintura en una academia de Bellas Artes en Barcelona. Cuando tenía 22 años decide establecerse en París, que era la Meca de muchos pintores notables de aquella época. Es en esa ciudad que hace resaltar su arte con el vigor de su talento innato. Al arribar a Francia estaba en auge el estilo impresionista, desarrollado por pintores de la talla de Claudio Monet, Van Gogh y Eduardo Manet; de los cuales toma cierta técnica, medio empapandose con esa corriente. En esos primeros tiempos Picasso desarrolló el llamado período azul, con cuadros de figuras alargadas y melancólicas con colores monocromáticos; le siguió el periodo rosa, inspirado en coloridas cerámicas de terracota, con objetos tales como jarrones decorativos, esculturas y figuras de jardín.
La propuesta cubista que fue el estilo cumbre de toda su invención, es todo un sistema tridimensional de geometría y dinámica trasladada al lienzo; la desarrolló entre 1906 y 1910. El Cubismo es el único y auténtico movimiento del que Picasso fue el iniciador. Esa manera deformada de sus figuras del autor del Guernica -quizá su obra más conocida- influyó a casi todos los pintores del siglo XX. Después hubo ocasiones en que brevemente se apartara del Cubismo, para hacer pintura al estilo del naturalismo; para luego retornar siempre a su creación propia, el Cubismo.
En la actualidad Picasso es sinónimo de genialidad y esplendor, sus obras continuamente admiten interpretaciones distintas. Estampó imaginación y vida en sus pinturas y, su movimiento pictórico hizo leyenda por los más de 60 años de trabajo. En tan sólo un minuto podía hacer una obra maestra.
Se calcula que Picasso fue autor de 13,500 pinturas, 300 esculturas y más de 30 mil ilustraciones para libros. Tuvo éxito económico abultado, pero más renombre en los reconocimientos del mundo artístico; puesto que él tiene el mayor número de museos que llevan su nombre. Picasso fue un amante de la buena vida y. . . De las mujeres bonitas, fue larga la fila de esposas, amantes y aventuras con hermosas modelos de pasarela. Con lo cual era evidente en él, un fuerte vínculo entre el sexo y el desarrollo de su actividad artística.
Siendo ya un hombre de edad madura, compró un castillo cerca de Marsella en el sur de Francia, ahí pasó los postreros años de su vida. Nunca dejó de trabajar, los cuadros pintados en éste período cuando rondaba por los 90 años de edad; son en realidad una recapitulación de temas y técnicas creadas por él, con anterioridad. Lo único novedoso que los críticos de arte pudieron apreciar, fue la aparición de la ancianidad en algunos autorretratos.
La última obra ejecutada por Picasso, una estatua de bronce que representa una figura femenina; fue colocada sobre la tumba del pintor. Con esa escultura como simbólico epitafio de su personalidad, se cerró para siempre el capítulo de su vida. Fue sepultado en el castillo de su propiedad.