Según la denuncia hecha pública a través del Diario de Colima, Miguel Barragán Morfín salió de su casa el pasado 17 de septiembre entre las cuatro y las cinco de la tarde, denunció su esposa, Gabriela Lepe García. Pero “íbamos llegando a la casa cuando llegó un compañero de él a decirnos que se acababan de llevar a Miguel los de la AFI”, relata la vecina de la comunidad de Santa Rita, en Manzanillo.
“No hay motivo, no debemos nada”. Y recuerda lo que le dijo su hija, una estudiante de 18 años: “Mamá, la camioneta en que se llevaron a mi papá no era del gobierno, traía placas del D.F. y con vidrios oscuros”. Era un vehículo tipo van, de color rojo, por lo que acudieron al Ministerio Público porteño a interponer la denuncia.
Los de la Judicial estatal “quisieron un retrato hablado, me preguntaron qué sé, si alguien me había hablado”, aunque la única llamada que recibieron en la casa de la familia Barragán Lepe fue al tercer día del “levantón” de Miguel. Del otro lado de la línea contestaron en una tienda de abarrotes en la colonia Los Cajetes, en Guadalajara. No se supo más.
Miguel Barragán vendía frutas y verduras en algunos hoteles de Manzanillo, también criaba chivos.
“No tenemos problemas con nadie”, comenta la señora que acudió a DIARIO DE COLIMA a relatar los hechos. Con tres hijos, dos varones y una mujer, cuenta que el testigo del “levantón” fue un niño de 11 años, quien dijo que “traían cuernos de chivo; unos traían la cara descubierta y otros no; eran entre siete y ocho personas, llevaban playeras de la AFI”.
Desesperada, la esposa de Miguel refiere que “a mí mucha gente me dice que lo tiene el gobierno detenido y está incomunicado porque lo golpearon, que lo dejen que me llame, para saber”.
A Barragán Morfín “no se lo llevaron solo, iba acompañado de un viejito de 80 años”.