PERGAMINO BALOMPÉDICO

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Alex Carbajal Berber|ULTRAMEDIA

¿El fin de la novela?

El futbolista mexicano Carlos Vela, huelga decir el mejor jugador azteca del momento, ha decidido -según lo dicho, sin vuelta atrás-, no jugar la Copa del Mundo de Brasil 2014. El mundialista en 2010, con una mediana participación en el esquema de Javier Aguirre, aseguró sentirse poco motivado, y refirió que hay personas en el seno de las selecciones nacionales que le impiden sentirse confortable en el cuadro verde.

Como “Chepo” de la Torre ya se fue, nos queda deducir que esos personajes incómodos para Vela pueden ser o futbolistas, o directivos del balompié mexicano. Tomando en cuenta esta deducción, Carlos Vela ha insinuado situaciones bastante complicadas en el seno del equipo mexicano.

Mientras Miguel “Piojo” Herrera aduce que le ganará a Brasil en la Copa del Mundo, dando a entender que el único problema que enfrentará será ver la forma de cuidarse de Neymar, las especulaciones sobre los “europeos” que sí serán llamados al Mundial dejan sueltos demasiados hilos.

Algunos jugadores de prosapia, y que en teoría deberían ser titulares del equipo nacional, como es el caso del portero Guillermo Ochoa, han levantado la mano. La lucha por la portería también se ha vuelto un caso llevado en las tapas de los periódicos, cuando en realidad le pelea debería darse en el terreno de juego. La extraña decisión de Javier Aguirre en 2010, de darle la titularidad en el arco al “Conejo” Pérez, todavía asusta a los jóvenes guardametas nacionales.

En tanto, Carlos Vela nos dijo por qué no quiere ir al Mundial, pero no nos dijo por quién. El nombre o los nombres que esconde el delantero mexicano servirían de mucho. En pocas palabras, Vela nos ha dicho que la podredumbre en el seno del equipo nacional aún no se ha ido, y ha generado tales malestares que es capaz de alejar a figuras de eventos tan importantes como una Copa del Mundo.

O quizá esa telenovela solamente sea reacción a la disparidad en que se aplican los castigos en el interior de la Comisión de Selecciones Nacionales. La fama de fiestero que carga Vela no es gratuita. La suspensión de seis meses que el jugador tuvo hace unos años por su carácter festivo fue el parte aguas para esta mala relación, que al final no tuvo una resolución feliz para ninguno de los imputados.

En su tiempo, Vela fue un chivo expiatorio en el que pocos, o nadie, imaginaban que llegado el día de Brasil 2014, iba a representar el no poder contar con el mejor jugador mexicano del momento. En su tiempo, la mayoría se hubieran decantado por “Chicharito” Hernández. Las cosas han cambiado.