REFLEXIÓN CIUDADANA
Por: Florencio Llamas Acosta*
Considerando que experiencia no es lo que nos pasa, sino lo que hacemos con lo que nos pasa, una vez concluido el proceso electoral extraordinario los colimenses debemos de evaluar como sociedad el sistema electoral que tenemos, darnos a la tarea de identificar las fallas para exigir colectivamente los ajustes y así tener el sistema democrático que responda a las expectativas de los ciudadanos.
Los datos hablan por sí solos, el 56.1% de participación electoral nos dicen que un poco menos de la mitad de los empadronados están hartos por el proceder de la clase política y sus instituciones, además la disminución de 18, 590 electores entre la contienda ordinaria del 7 de junio y la extraordinaria del 17 de enero, nos dice que los ciudadanos no creen en los partidos, que no confían en los candidatos y que sus formas de persuadir en lugar de acercarlos los alejan, las estrategias de marketing tan utilizadas por los partidos en la contienda pasada, no obstante utilizar todo tipo de recursos, plataformas de comunicación y derrochar una cuantiosa cantidad de recursos en propaganda, evidenciaron que el marketing es insuficiente para incentivar al elector colimense de ir a votar.
Por lo tanto, el abstencionismo es una llamada de atención que invita a reconocer que las prácticas políticas y las formas de ejercer el poder no convencen, a aceptar que los electores exigen que los partidos postulen candidatos con trayectorias congruentes entre el decir y el hacer, con solvencia moral que aguanten las campañas de contrastes, y esperan propuestas que se traduzcan en compromisos factibles y creíbles, pues están cansados de la simulación y las promesas.
Los partidos deben reconocer que tienen el reto de renovarse tanto en su estructuras, prácticas e imagen ante los electores, realizando un trabajo político permanente pues las voluntades y la confianza de los ciudadanos no se gana en uno o dos meses que dura la campaña, sino con el trabajo diario de los partidos manteniendo una cercanía con la población. De la misma forma las instituciones electorales deben aplicar con mayor atención las reglas del juego pues los topes de campañas son unos y los gastos son otros.
El Código Electoral debe ser revisado para fortalecer el sistema electoral, el sistema de partidos y nuestro sistema democrático. Es conveniente elevar al 5% el porcentaje para que los partidos mantengan su registro obligándolos a ser competitivos y desarrollar un trabajo político permanente y no solo electorero, pues es una vergüenza que el Partido Encuentro Social haya obtenido el 0.4% de la votación en esta elección extraordinaria, que Morena haya alcanzado el 0.8%, de la misma forma el PRD con el 1.8%. En el mismo caso están el PT, el PVEM y el PNA pues aunque no presentaron candidato al ir en coalición con el PRI, como partido obtuvieron respectivamente el 2.1%, el 3.8% y 3.8.
Deben prohibirse las alianzas y coaliciones para que tengamos un sistema de partidos más fuerte y competitivo donde cada partido gane y convenza por sí mismo y no sobreviva a expensas de otros. Otra de las figuras que deben de incorporarse son la segunda vuelta en las elecciones, para que de esta forma tener gobiernos con mayor respaldo popular y legitimidad, ¿O usted como lo piensa?
*Maestro en Ciencia Política y Administración Pública. Catedrático de la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad de Colima.
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