Dijo que cada año sucede lo mismo, pero los productores toman sus precauciones para no verse afectados por el desplome del precio. Una de las preocupaciones del sector es la proliferación de plagas, por lo que llamó a las autoridades correspondientes a cuidar las fronteras para que no ingrese ninguna bacteria que ponga en peligro la producción de limón.
Explicó que en torno a las plagas, están desarrollando proyectos de monitoreo y análisis a fin de bajar la población de la diaforina cítrica, que podría afectar al limón michoacano; no obstante, consideró fundamental que en las casetas fitosanitarias sean más estrictos, ya que “no están funcionando al 100 por ciento, deberían estar funcionando a su máxima capacidad a nivel nacional”, a fin de evitar proliferación de enfermedades o plagas.
A nivel nacional se cultivan más de 550 mil hectáreas de cítricos, en tanto que en Michoacán son un total de nueve municipios los que dependen en 80 por ciento de la producción del fruto.
Ramírez Castañeda explicó que se está trabajando con los industriales del valle de Apatzingán para pactar un precio no menor a un peso por kilogramo, ya que utilizan el cítrico para la producción de aceite: “si ellos nos apoyan, nuestro limón fresco lo estamos vendiendo a 1.50, que en años anteriores se comercializaba a 80 centavos”.