A mi manera

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Redes Sociales

Por: Miguel Gurwitz

Resultó imprudente, sólo eso. Nada tiene que ver con extremos que señalan de inmoral la fotografía que publicó Jorge Chatón Enríquez en su cuenta de Instagram. Pero resulta que no era él ni su novia, ¿entonces? Demasiado escándalo para tan poco tema. Demasiada polémica.

Claro está que quienes somos personas públicas debemos tener un manejo más discreto de nuestra vida privada, más cuando se está ligado a una institución de respeto; pero, claro, también es que la fotografía publicada no ofende a nadie.

Al Chatón no le benefician sus antecedentes en esto de la vida nocturna y social, por lo mismo cabía mayor prudencia en ésto, al menos aclarar que quienes protagonizaban la escena no eran quienes todos pensábamos.

Pero al final habrá un reglamento interno que, imagino, contempla esto de las redes sociales y las precauciones que se deben tomar para su manejo. Pero de eso a darle tintes de escándalo a este tema, resulta exagerado.

Igualmente con los tuits publicados por Carlos Salcedo, nuevo refuerzo chiva en donde refleja su gusto por el América y en donde incluso llamó “chicas” a las Chivas.

Hasta donde yo sé, no se requiere ser partidario de un equipo para poder formar parte de él, y sería estúpido pensar que una manifestación de éstas ponga en duda el profesionalismo de un futbolista. ¿A caso José Manuel de la Torre no inició sus trabajos como estratega en el América? ¿Manuel Lapuente no era de los antiamericanistas más conocidos? ¿Dónde nacieron futbolísticamente íconos del Guadalajara como Oswaldo Sánchez o Benjamín Galindo?

Se trata de jugadores profesionales y en su trabajo como en cualquier otro es legítimo defender otros intereses u otros colores.

¿Cuántas veces no hemos cambiado nuestra forma de pensar o de actuar?

Dejar a Salcedo en paz y juzgarlo por lo que vendrá en el futuro resulta un ejercicio más útil y sano.