“MAMA LAURA”, SALVANDO ADICTAS

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    “Mamá Laura” también fue adicta al alcohol y a los medicamentos; estuvo en prisión por traficar drogas y casi pierde a sus hijos. Sin embargo, la vida le dio la oportunidad de enmendar sus errores.

    “Por eso Recolavi significa reconstruyendo la vida, porque ya la tenías hecha pero la destruiste y hay que volverla a construir”.

    ANILU SALAZAR (AS).- Laura, ¿tú eres de aquí de Colima?

    LAURA FUENTES (LS).- No. Yo nací en León, Guanajuato. Nací el 12 de diciembre de 1953, tengo 57 años, soy enfermera, me jubilé, soy especialista en Geriatría, cuidé mucho tiempo ancianitos. Cuando me retiro de esto me nace la inquietud de la apertura de mi albergue, desafortunadamente tuve una situación, un desliz, caí al Cereso por tráfico de drogas, estuve remitida 4 años 18 meses 17 días. Lo fui, ya no lo soy. Es por eso que estoy en este lugar.

    Tengo tres hijos: El más grande es ingeniero industrial, el otro es licenciado en Lenguas Extranjeras, es director del Colegio Colima; la otra es licenciada en Administración de Empresas, está trabajando en la Comisión Federal de Electricidad, en Tepic, Nayarit. Yo los crié sola, su padre me dejó con ellos chiquitos. A pesar de que yo le mantuve la carrera de medicina, él me dijo “bye, bye” y se fue con otra persona, pero no me importa porque ahorita estoy cosechando lo que he sembrado. Tengo tres hijos hermosísimos y ninguno me salió alcohólico ni drogadicto.

    Mi ex suegra, en paz descanse, decía que por haber estado en ese lugar mi hija iba a ser prostituta, que mis hijos iban a ser unos barbajanes, y déjame decirte que de los nietos de ella, mis hijos son los únicos profesionistas, y mi hija es la única que no salió embarazada, tiene 28 años. Amo a mis hijos por sobre todas las cosas, doy la vida por mis hijos, doy la vida por el albergue, defiendo a las muchachas a capa y espada, porque en su momento cuando yo estuve en el Cereso a mí me abandonó todo mundo, y merecido lo tenía. Yo acepto, soy honesta, la regué y toda mala acción, trae una mala reacción.

     

    TRAFICO Y TRAICION

    AS.- Siendo tú una enfermera ¿por qué entras al tráfico de drogas?

    LF.- Por la culpa de mi ex marido. Él es hijo de un pintor de brocha gorda y yo fui hija de un señor de mucho dinero, y él siempre como que trató de humillarme por ese lado. Has de cuenta que siempre me decía que él no quería estar pobre, y yo lo mantuve, le mantuve su carrera de medicina, yo estaba trabajando de enfermera, yo siempre trabajé, y me decía que no estaba conforme con lo que teníamos, él quería tener una casa grande, carros, y se junta con otra persona que movía droga, entonces esta persona lo invita, pero como él no tenía los huevos, me empieza a decir a mí que si lo hago, que nos iba a ir bien y una vez que tuviéramos el dinero suficiente me quitaba yo de esas cosas.

    Cuando yo me meto en esos menesteres, él se queda cuidando mis hijos, trabajaba en el Seguro y entonces tú me vez y dices ‘esa señora que esperanzas que va a ser una lacra’, es la esposa del doctor y por el dineralalal que teníamos… Y así estuve mandando droga a Estados Unidos y en la última que me agarran.

    AS.-¿Cómo pasabas la droga?

    LF.- Yo tenía un chofer, yo iba al lado cuidando lo mío que iba atrás, pero a él lo agarraron en Tecomán con la carga y me puso el dedo, y a mí me agarraron aquí en Colima.

    AS.- ¿Qué edad tenías cuando caes a la cárcel?

    LF.- Tenía 33 años, la edad de Jesucristo.

    AS.- ¿Creías en Dios?

    LF.- Yo toda mi vida he tenido fe en Dios pero en un Dios muy diferente al que hoy conozco, creía en un Dios muerto, y yo sé hoy que está vivo.

    Si creemos en un Dios muerto es cuando la gente dice yo le pido y le pido y no me escucha, porque tú te estás imaginando que ese Dios está muerto, pero Dios está vivo.

    AS.- ¿Dónde descubres eso?

    LF.- En el Cereso, ahí me convierto de católica a cristiana. Iban hermanos a alabar a Dios y recuerdo que una vez me sobre dosifique con las pastillas y se me doblaron las manos y la boca, entonces yo oía que diario cantaban alabanzas a Dios y yo decía ‘ya vienen otra vez a dar lata estos tales por cuales, deberían de venir a sacar gente, no a brincotear y aplaudir’. Me acuerdo que había una cristiana muy aferrada que me decía ‘hermana, es que cristo la ama, Dios la puede sanar de todos sus males y le puede sanar sus manos y su boca’, y yo no quería entender.

    Entonces, recuerdo que un día fue un hombre de Dios y con mucha sabiduría y empezó a gritar que Cristo sanaba, que Cristo salvaba, a quien estuviera escuchando. Me acuerdo que yo estaba sentada en mi celda y condicioné a Dios y le dije ‘si es verdad que tú todo lo puedes, voltéame las manos a su lugar y la boca en su lugar y te juro que me voy a hacer de esa religión. Y te juro que se me empezaron a voltear primero las manos y luego la boca. Entonces me paré con los ojos llenos de lágrimas y le dije al hombre ese, yo le prometí a Dios, y como soy una mujer de muchos huevos, aquí estoy.

    AS.- Te hizo el milagro.

    LF.- Y déjame decirte que yo estaba sentenciada a 25 años de prisión y Dios me sacó a los 4 años. Mi mejor abogado, toda la vida, ha sido Dios.

    AS.- Y mientras tanto ¿qué pasaba con tus hijos?

    LF.- Mi marido me los quitó, yo nada más decía ‘Señor estoy crucificada y todavía me vienen a dar más’. Nunca me quiso llevar a mis hijos al Cereso, nunca; se quedó con todo el dinero producto de la droga, mucho dinero, todo me lo robó, él ahorita tiene ranchos, tiene casas, eso ya no me importa. Anteriormente yo era muy materialista, ahora ya no. Lo que quiero es tranquilidad.

     

    SIETE AÑOS

     

    Una vez fuera del Cereso, Laura Fuentes se dedicó a recuperar a sus hijos y su trabajo, toda vez que le suspendieron su permiso para practicar la enfermería y se integró a un centro de rehabilitación, donde comprendió la importancia de contar en Colima con un albergue especial para mujeres enfermas de alcoholismo y drogadicción.

    De ahí nació Recolavi en octubre de 2004. Tengo niñas de 13 años a mujeres de 84 años y nos dedicamos a salvar a las chicas que está atrapadas en las garras del alcohol y de la droga. Nos sostenemos de las cuotas y aportaciones de personas de buena voluntad, pero hay niñas que no pueden aportar ni un centavo, está llegando mucha gente de Jalisco, que es gente muy humilde.

    Nos ha costado mucho trabajo mantenernos, a mí me detectaron cáncer, y actualmente sí me cuesta más trabajo bajar un recurso, pero tenemos que hacer el esfuerzo, la situación de las adicciones en mujeres ya rebasó el 100% en hombres y en niñas de 13 a 14 años y la droga de más impacto es el ice y el resistol 5000.

    Hemos visto que hay dos tipos de adictas: a la niña que se le dio demasiado en su casa y la mal acostumbraron y a la chica que no le dieron nada y buscó en la calle.

    Al día de hoy en el albergue se han rehabilitado 5 mil 780 mujeres.

    AS.- A siete años de trabajo ¿qué necesidades tienes?

    LF.- Laura no quiere nada para ella, yo quisiera que este terreno lo comprara Gobierno del Estado, para que el día que yo fallezca, siga esta labor de ayudar a pacientes con adicciones.

    Yo cada día cinco me pongo nerviosa, porque ya viene otra vez la renta.

    Yo no pido nada para mí, las personas que de buena voluntad quieran donar alguna cosa que vengan aquí, que la entreguen delante de todas las internas.

    AS.- Por falta de recursos ¿tienes riesgo de cerrar?

    LF.- Este albergue nunca se va a cerrar mientras yo viva. Este albergue me lo dio Dios, él me lo va a quitar cuando él quiera, porque yo se lo pedí, yo no hice un trato con el gobernador ni con nadie, yo hice un trato con Dios, el día que yo no haga las cosas bien que me lo quite, tuve cáncer y aquí estoy, todas las cosas las he obtenido por medio de la fe.