LOGOS PERDIDOS

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AMANECER POLÍTICO

Por: Felipe Díaz Cortez

La historia es cruel con los crueles, nadie lo discute, como también es cierto que a veces el destino nos alcanza y nos cobra muy cara la factura.

Los tiempos del PRI y del PAN han sido los más horrendos de los últimos cien años, se desbordó tanto la corrupción que terminó por ahogarlos. Tampoco nadie lo discute.

Bueno, esa etapa fue tan negra que hoy sus candidatas y candidatos en sus promocionales, tratan de ocultar, hasta donde sea posible, los logos de esos dos partidos de negra historia.

Basta voltear a ver las lonas, los espectaculares, volantes, se necesita lupa para ver sus logotipos.

Todos vieron en el primer debate, entre la Doctora Claudia Sheinbaum y Xóchitl como la prianista se deslindó del PRI y del PAN, dijo que ella era una candidata ciudadana. Y así todas las candidatas y los candidatos del PRIAN esconden sus logos para que nadie sepa su historia, pero no saben que gracias a las benditas mañaneras el pueblo abrió los ojos.

En verdad, no hay cosa más triste que ver a un adversario engañándose solo.

 

SUPERVISORES EN EL SECTOR PÚBLICO

Lo que debería ser un apoyo para elevar la calidad de los bienes y servicio que genera el sector público, ante la galopante corrupción que había en gobiernos anteriores, se transformaron en lastres o impedimentos del buen oficio de los gobiernos pasados.

Citemos un ejemplo, los supervisores de la construcción de la obra pública, son los responsables de vigilar que las obras se construyan con buena y alta calidad en el tiempo establecido.

En cambio, cuando el supervisor se hace de la vista gorda y permite que las obras y servicios se hagan con menor calidad, quien sufre las consecuencias es el pueblo. Así tenemos obras que a la primera lluvia se derrumban o pavimentos que con facilidad se los lleva el agua, carreteras que al poco tiempo de terminadas están llenas de baches, lo mismo en calles y avenidas, empedradas o pavimentadas.

Algunos habrán de recordar que, en el edificio del Complejo Administrativo del Gobierno de Estado, a un lado del Hospital Regional, en la primera tormenta volaron todas las láminas del domo central. Otro ejemplo lo tenemos en el tercer anillo, al transitar por esa vía, parece que vamos en un barco en alta mar. Y podemos ver cientos de ejemplos en todo el Estado. Todo por la corrupción en las áreas de supervisión.

Si no por qué creen que muchos comerciantes venden caro y malo, en el sentido que no dan los metros, kilos y litros completos; sin duda porque hay una “mala” supervisión o bien que se venden por unos cuantos pesos.

Quiénes conducen una unidad automotriz se habrán dado cuenta que hay gasolineras donde lo que nos venden no rinde igual que en otras.

Quienes nacimos desde que 1930 al 2018 no vimos otra cosa que corrupción, misma que su permeando a todos los campos de la vida, no se diga en el sector público, donde parecía una carrera para ver quién robaba más.

Obviamente la corrupción se recrudeció a partir del gobierno de Carlos Salinas, momento en que ellos tomaron la decisión de robarse todo y vía la privatización, vender el país al mejor postor.

Bueno, al asunto se puso tan de pelos que el pueblo por poco y se levanta en armas, lo bueno hasta para ellos fue que llegó un líder de la talla de Andrés Manuel López Obrador y logró el cambio sin derramar una gota de sangre.

Seguramente, con un poco de observación, se habrán dado cuenta que los candidatos del PRIAN en espectaculares y demás promociones ponen los logos de sus partidos casi imperceptibles, casi no se ven, la razón es que se avergüenzan del PRI y del PAN.

Razones suficientes para no volver a confiar en ellos y no permitirles el regreso.

Y créanme que, si se logra que la 4T llegue a las áreas de supervisión pública, se habrá dado un gran paso en la transformación de México. Por cierto, ¿conocen un supervisor público pobre? ¡Yo no!

AL MARGEN

Mucho se habla de la inseguridad, al grado que es la bandera más importante de los opositores de la 4T, pero poco se habla de hacer responsables a los padres de los delitos de sus hijos menores de edad.

No basta con traer hijos al mundo, sino formarlos para que sean hijos de bien, claro que en un sistema corrupto es imposible.

La escuela debe ser un elemento complementario y aquí he escuchado a algunos profesores quejarse de que ya no pueden disciplinar al alumno porque los padres de les vienen encima.

Yo recuerdo cuando mi abuela Crucita me llevaba a la escuela y al dejarme le decía al profesor: “Nomás le encargo lo ojos”. Yo no entendía hasta que un buen día le pregunté: “Abuelita, ¿por qué cada que le dejas en la escuela le dices al profesor que nomás le encargas los ojos? Ella me respondió, muy quitada de la pena: “Le digo eso para que, si te portas mal cuando menos te jale las orejas, pero que no te vaya a dejar ciego”.

Mi profesor de tercer año de primaria, al alumno que estuviera haciendo desmadre, desde su lugar, con un tino apache, le tiraba un “borradorazo” y santo remedio. Cierto que a veces nos abría la frente, pero nos corregíamos.

Aclaro no que se trata de llegar a esos grados de barbarie, pero en ocasiones las nalgadas y los cintarazos son necesarios.

Y si bien el compromiso de los profesores es formar y preparar a las personas en todas las áreas del conocimiento, también en las escuelas se puede aprender a ser disciplinado.

En alguna ocasión le pregunté a un ciudadano alemán ¿cuál era la clave para ser un país desarrollado como ellos? y me respondió: “La clave es la disciplina”. Yo le agregaría el conocimiento, la preparación de su gente.

Pero nosotros a veces ni a nuestros padres respetamos, menos vamos a respetar a terceros que ni conocemos.

E insisto, el problema de la inseguridad se puede resolver por ese camino, padres responsables que formen a sus hijos con valores y un sector educativo que forme y discipline a los alumnos.

AL MARGEN

En estos días el clima se ha puesto cruel, un calorón del demonio, lo que debería servirnos para reflexionar y sembrar árboles. No importa dónde, en los patios de nuestras casas, en terrenos baldíos, en el campo y no es difícil, de las frutas que comemos, podemos sembrar las semillas y ya germinadas las plantitas, trasplantarlas a donde se pueda desarrollar.

El trasplante se árboles se recomienda hacerlo en la primera lluvia del temporal y si hay manera de regarlos, al menos el primer año, mejor.

En este sentido, el programa federal de sembrado vida, varios objetivos, pero el principal es arbolar a México.

Cierro este comentario pidiendo al gobierno castigos ejemplares para los malos mexicanos que provocan los incendios, debería castigarse peor que el mismo asesinato.

*Las opiniones expresadas en este texto de opinión, son responsabilidad exclusiva del autor y no son atribuibles CN COLIMANOTICIAS.