Líder del CJNG en Colima ‘se les pela’ de una Prisión Federal

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*Aldrin Miguel Jarquín “El Chaparrito” era el máximo operador del CJNG en Colima y en esa plaza sostenía una disputa sangrienta con José Bernabé Brizuela “La Vaca”, líder del grupo criminal Los Mezcales. *Era uno de los principales generadores de violencia en Colima y zonas aledañas.

Alfredo Quiles|CN COLIMANOTICIAS

Colima, Col.-  Detenido en marzo pasado, Aldrin Miguel Jarquín “El Chaparrito”, presunto capo del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y operador de dicha organización criminal en el Estado de Colima, hoy es prófugo de la justicia gracias a que un juez federal le dio una facilidad legal de la que no ha disfrutado ningún otro imputado por el delito de delincuencia organizada.

Al concluir su arraigo domiciliario, un juez liberó a Jarquín y le pidió presentarse por su propio pie a una audiencia en la que iba a ser imputado por delincuencia organizada, según información que es difundida por diversos medios de comunicación nacionales y portales informativos diversos. En la información difundida este día, se da a conocer que el imputado jamás llegó a la diligencia.

El juez de control Daniel Ramírez Peña, del Centro de Justicia Penal Federal de Almoloya de Juárez, negó tres veces la orden de aprehensión en su contra por delincuencia organizada y, en el último intento de judicialización de la FGR, lo citó a una audiencia inicial por el mismo delito, informaron funcionarios del Gobierno Federal.

Aunque este ilícito tiene prevista la prisión preventiva de ocio, el juez acordó liberarlo del Centro Federal de Investigaciones (CFI) de la FGR, donde estaba arraigado, y le pidió al indiciado que acudiera unas horas después al recinto judicial, algo que “El Chaparrito” aprovechó para evadirse de la justicia.

Es de mencionar que a Aldrin Miguel Jarquín “El Chaparrito”, presunto capo del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y operador de dicha organización criminal en el Estado de Colima, fue detenido en flagrancia junto con Diana Laura Morga Vega y Juan Salvador Barajas Figueroa, en posesión de cargadores, cartuchos, dinero en efectivo, una bolsa con mariguana, ampolletas y cajas de clonazepan. Hoy los tres están fuera del alcance de la justicia.

De acuerdo con las autoridades consultadas, la Fiscalía Especializada en Materia de Delincuencia Organizada (FEMDO) inició una investigación contra Ramírez Peña, quien antes fue juez de control federal en Jalisco, porque su proceder permitió que el presunto narcotraficante se diera a la fuga y tirara por la borda tres años de trabajos de búsqueda.

Una vez que el presunto mando del CJNG ya estaba fuera del alcance de las autoridades, Ramírez Peña finalmente instruyó su aprehensión precisamente por delincuencia organizada, según la información obtenida. Jarquín era el máximo operador del CJNG en Colima y en esa plaza sostenía una disputa sangrienta con José Bernabé Brizuela “La Vaca”, líder del grupo criminal Los Mezcales, detenido el 18 de agosto en la Ciudad de México.

Ahora, con su enemigo en la cárcel, Jarquín tiene el campo abierto para recuperar su zona de influencia.

Poco después, el órgano ministerial consiguió una orden de arraigo contra los tres sospechosos por 40 días, que luego se amplió y terminaron siendo 80. Los tres fueron confinados en el CFI con el propósito de investigarlos durante ese periodo por el delito de delincuencia organizada.

Según una relatoría de autoridades federales, antes de que concluyera este plazo, la FEMDO solicitó al juez Ramírez Peña la orden de aprehensión contra Jarquín y sus socios.

La idea era ejecutarles las capturas y poder trasladarlos desde el CFI de la Colonia Doctores hasta el Centro de Justicia de Almoloya, que se localiza en las instalaciones del Penal del Altiplano.

El juez, sin embargo, negó en tres ocasiones la orden de aprehensión contra Jarquín y sus supuestos cómplices, al estimar que no había elementos para proceder en su contra.

Conforme a los detalles obtenidos, en lo que fue el cuarto y último intento de judicialización de este asunto, el juez determinó citar a los sospechosos a una audiencia de imputación, la que tampoco acordó llevar a cabo en las instalaciones del centro de justicia, sino a través del sistema de videoconferencia, la noche del 3 de junio.

Cuando esta diligencia ya estaba en marcha, Ramírez Peña instruyó que le llevaran a los imputados ante su presencia, para reanudar la audiencia inicial en las primeras horas del día siguiente, 4 de junio. En ese momento acordó que los tres quedaban bajo a su disposición.

Terminada esta audiencia, sucedió lo que hoy ha puesto al juez Ramírez Peña en la mira de la Fiscalía.

En la primera hora del 4 de junio, el juzgador emitió un acuerdo en el que decretó la libertad de “El Chaparrito” y sus coacusados, “exhortándolos” a que se presentaran de manera puntual a la audiencia de imputación programada para ese mismo día por la mañana.

Todavía el impartidor de justicia les advirtió que en caso de no comparecer serían declarados sustraídos de la acción de la justicia. Pese a ello, Jarquín y sus presuntos cómplices ya no se presentaron al recinto judicial del Penal del Altiplano. En la audiencia de la mañana del 4 de junio, asistieron sus defensores.

Estuvieron a la espera de que llegaran sus clientes y todavía manifestaron al juez que no iban a tardar, que sólo habían ido a comprar unas medicinas. Lo cierto es que esa misma madrugada salieron del Centro Federal de Investigaciones, en la Colonia Doctores, y huyeron.

La FEMDO insistió con su solicitud de orden de aprehensión y esta vez sí fueron giradas por el propio Ramírez Peña por el delito de delincuencia organizada. Para entonces, “El Chaparrito” y los suyos ya habían puesto tierra de por medio.

TIRAN BÚSQUEDA DE 3 AÑOS

Para las autoridades, la evasión de Jarquín echó abajo los esfuerzos que durante tres años hicieron las corporaciones de México y Estados Unidos para ubicarlo. Si bien previo a su captura no contaba con orden de aprehensión, desde 2019 ambos países lo ubicaban sólo por debajo del líder máximo Rubén o Nemesio Oseguera Cervantes “El Mencho” y Julio Alberto Castillo Rodríguez, el principal operador en el tráfico de drogas y precursores químicos.

Desde junio de 2020, la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) le bloqueó sus cuentas bancarias en México y en octubre de 2021 hizo lo propio la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) de Estados Unidos, al incluirlo en su lista personas designadas junto con su hermano José Jesús Jarquín, César Díaz de León Sauceda y Fernando Zagal Antón.

Para las autoridades federales, era uno de los principales generadores de violencia en Colima y zonas aledañas, ya que supuestamente controlaba el ingreso de drogas, armas y precursores en el puerto de Manzanillo. La FEMDO y la Secretaría de Marina tardaron años en ubicarlo, una espera que concluyera el 11 de marzo pasado, cuando obtuvieron información que ubicaba al presunto capo en un inmueble de Zapopan, Jalisco.

El mismo día la Fiscalía solicitó y consiguió que el Centro Nacional de Justicia Especializado en Control de Técnicas de Investigación, Arraigos e Intervención de Comunicaciones girara una orden de cateo para ingresar legalmente a ese y otros seis domicilios en Guadalajara y el referido municipio conurbado.