Por: Francisco Pérez Medina.
Esta semana, finalmente, se despejó la duda sobre la quiniela que generó una enorme expectativa en torno a los nombramientos de quienes habrán de acompañar a la gobernadora electa en el inicio de su gobierno.
Desde que ganó la elección, se especuló con nombres de mujeres y hombres, acuerdos, compromisos o posiciones, en los que, algunos de éstos, intentaron posicionarse en el ánimo de la segunda mujer titular del ejecutivo para ser designados dentro de la administración pública estatal.
Otros, buscaron la manera de hacerse notar o expresar una real o supuesta cercanía con ella subiendo fotografías, posteo de mensajes con buenos deseos, sinceros y otros, no tantos, comentarios y también quienes iniciaron una batalla contra molinos de viento ante cualquier comentario en redes que sintieran podían servirles para congratularse denostando cualquier indicio de cuestionamiento, sin tener la efectividad esperada, pues, la madurez de la representante popular electa las desestimaba y desactivaba al dar, con cátedra y oficio político, la bienvenida a los señalamientos de sus detractores y quienes piensan distinto al proyecto que encabeza.
A lo largo del proceso de la entrega-recepción, fue dando señales sobre su estilo de hacer política y sobre quienes pudieran ser los elegidos para asumir el reto que involucra la administración de crisis en que asumirán el primer día de noviembre; algunos supieron interpretarla, otros, no lo lograron o prefirieron mantener la expectativa que les favoreciera en la determinación exclusiva de ella.
Tal vez la decepción de los nombramientos no sea en quienes no esperaban algún encargo, sino entre quienes buscaban replicar el estilo del presidente y del ala radical de su partido. Para fortuna de los colimenses, en diversos momentos, las características de sus formas de hacer política han sido con muestras de tolerancia, diálogo, entendimiento, atención y saber escuchar, pero, también, con firmeza y liderazgo una vez que analiza y determina como actuar en favor de los habitantes del territorio colimense; para muestra de ello, la reunión que encabezó con las y los presidentes municipales que le acompañarán en el primer trienio de su administración ante quienes expresó que habrá total respaldo de la titular del ejecutivo para colaborar y trabajar en equipo sin distingos partidistas.
La distinción determinante de su estilo de gobernar, tiene que ver con la experiencia en el ámbito legislativo federal, su paso por la administración pública en el orden municipal, estatal y federal. Estas fortalezas, fueron precisamente las que tomó en cuenta para elegir, sin presiones, a quienes serán su equipo de colaboradores y que tienen, al igual que ella, la cualidad de haberle acompañado desde hace casi 12 años en el municipio de Cuauhtémoc, en la Secretaría estatal y en la delegación federal de bienestar, pues ello implica, además, de su experiencia descrita, una cualidad que no todos lograron acreditar: la lealtad que debe poseer el gabinete.
Salida
- Al presidente le haría bien escuchar a sus asesores y no crear problemas donde no existen: acusar a la UNAM, parece un frente de batalla innecesario en el que solo se metió y deberá poner reversa si no quiere enfrentar a una comunidad leal y agradecida con su alma máter.
- Dejar encarcelada a una mujer acusada sin pruebas de su delito y tener un hombre confeso en libertad, cenando impunemente, son contradicciones de quienes desestiman la exigencia al cese a la violencia política por razones de género.
- Para destacar la consolidación de la participación política en nuestro estado de las mujeres: 13/25 diputadas locales; 6/10 alcaldesas, 1/2 diputadas federales y, como inmejorable escenario, la toma de protesta de la segunda mujer en alcanzar la máxima magistratura como gobernadora estatal. El 2021 será recordado, históricamente, como el año en que se logró el objetivo de erradicar prejuicios negativos contra ellas. La sociedad ya lo manifestó, falta que la clase política lo comprenda.