La sociedad, con sus barreras, hace a una persona discapacitada: Laura Soler

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*La doctora en Filología Hispánica por la Universidad de Alicante, España, dictó una videconferencia en la U de C durante la presentación del proyecto MUSE.

Redacción|COLIMANOTICIAS

Colima, Col.- Laura Soler Azorín, doctora en Filología Hispánica por la Universidad de Alicante, España, quien es un ejemplo de lucha y entereza a favor de los discapacitados en su país y en otras naciones, ofreció hace días una videoconferencia en la que narró parte de lo que ha sido su vida, durante la presentación en la Universidad de Colima del proyecto MUSE.

El proyecto MUSE, en el que participan once universidades de América Latina y Europa, además de la Fundación Universia, tiene como propósito mejorar el acceso, garantizar las condiciones de aprendizaje y desarrollar oportunidades de empleo para estudiantes con discapacidad en las Instituciones de Educación Superior principalmente de México, Chile y Argentina.

Por México sólo participan dos universidades, la de Colima y el Tec de Monterrey. En la U de C, dicho proyecto es coordinado por el Centro de Desarrollo de la Familia Universitaria (CEDEFU), que dirige Alicia López de Hernández.

Durante el evento y por medio de una conferencia a distancia, Laura Soler Azorín, quien tiene una discapacidad desde niña, contó su historia de vida y cómo salió adelante gracias al apoyo de sus padres y de los docentes y directivos que la han acompañado durante toda su vida; hoy en día, la doctora es una impulsora incansable de la inclusión en su entidad, además de participar activamente en el proyecto de MUSE.

Con parálisis cerebral y dificultades para caminar, así como poca movilidad en el brazo izquierdo, desde pequeña tuvo dificultades; sin embargo, la doctora cuenta que “tuve la suerte de tener unos padres muy conscientes de mi problemática y además una formación oportuna; decidieron invertir para que pudiera valerme por mí misma en vez de protegerme, esto para tener posibilidades de salir adelante”.

A su paso por la escuela enfrentó momentos difíciles, pero siempre tuvo el apoyo de directivos y docentes en cada plantel; “tuve la oportunidad de tener una vida normal gracias a mis padres, quienes incluso me llevaron a un grupo de Scouts, lo cual me hizo ser muy valiente y decidida, pues me sirvió para tener mucha energía y alegría de vivir”, agregó.

Al ingresar a la Universidad, narró, “comencé a sentirme más libre y autónoma, ya que el campus era como un paraíso para las personas que padecemos alguna discapacidad física; de igual forma, tuve la oportunidad de viajar con mis padres a Canadá, lo que fue fundamental en mi vida porque ahí descubrí lo que era una sociedad totalmente accesible para las personas con algún tipo de discapacidad; ahí me di cuenta de que no tenía yo la discapacidad, sino que la sociedad me hacía discapacitada al poner tantas barreras que yo, con mi silla, no podía franquear. Es la sociedad, con su barreras social y física, la que hace a una persona discapacitada”.

Como parte de su experiencia de vida, aseguró que ese viaje a Canadá resultó un parteaguas en su vida, ya que decidió actuar a favor de la discapacidad en su país y su universidad; como presidenta de los estudiantes con discapacidad, trabajó arduamente para demoler las barreras arquitectónicas y sociales que había; “realizamos un primer congreso internacional de personas con discapacidad, en el que pusimos sobre la mesa las dificultades de los estudiantes con discapacidad, y logramos muchas facilidades por parte del equipo humano, pues había interés en mostrarnos que podíamos salir adelante”.

Laura Azorín dijo que los discapacitados no reclaman privilegios sino igualdad de oportunidades; “necesitamos lo adecuado para llegar al mismo nivel que el resto; no queremos más de lo necesario para llegar a donde los demás llegan con nuestras dificultades, pues tenemos mucho que aportar”.

Después, añadió, “tuve la oportunidad de irme por medio de ERASMUS (programa de intercambio internacional de Europa) a una ciudad del norte de Francia, frontera con Alemania. Confiaron en mí, ya que pusieron todo lo que estuvo al alcance para poderme ir, e incluso me dotaron de una compañera voluntaria para que me apoyara en distintas situaciones”.

“Esta experiencia me ha cambiado la vida; no soy la misma desde ese viaje debido a las experiencias que adquirí; experimenté la libertad y tuve claro que tenía que seguir luchando”, agregó.

Después, compartió que también se desempeñó laboralmente en el ayuntamiento de su ciudad, donde apoyó temas relacionados con la discapacidad con el Proyecto “Campus accesible, campus igualitario”, para eliminar las barreras en la universidad; además, trabajó en la Oficina de Proyectos Internacionales de su casa de estudios, donde está operando el Proyecto MUSE.

A los presentes en el auditorio les dijo que su labor como equipo es fundamental: “Yo no sería la misma sin mi paso por la universidad y sin los que confiaron en mí; hoy en día puedo seguir adelante a pesar de las dificultades. Si los que rodean a una persona con discapacidad creen que ésta puede salir adelante y se lo transmiten, sale adelante y lo logra”.

Por último, felicitó a la Universidad de Colima por el empeño y el entusiasmo en el Proyecto MUSE; “no olviden nunca que detrás de esto hay personas que saldrán adelante y que gracias a él tendrán un proyecto de vida”.