La semana política

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    El PRD. Para el PRI y el PAN la semana que acaba de terminar no presenta hechos importantes en sus contiendas internas (salvo su discusión bizantina sobre la autoría de la propuesta de 100 plurinominales menos, que no creo sea de ninguno de los dos), pero para el PRD hay un significativo pleito en su elección de consejeros, de nuevo aparecen acusaciones de uso de recursos públicos, cierres de inmuebles, evidencias y fraudes, y hasta enfrentamientos físicos, todo nos hace recordar el pleito de la elección del 2008 que obligó a una Presidencia provisional de ese partido y la diferencia con el 2005 donde la fuerza de López Obrador controló esas diferencias ante la gran posibilidad de llegar a Los Pinos. La imagen que proyecta ese pleito remite a sus peores momentos y en nada les ayuda.

    La cancelación de sus elecciones en cinco etidades debe hacerlos pensar que no basta que dos o tres personas se sienten y solucionen sus diferencias personales o incluso elijan candidato, hay una división a nivel de calle que requiere liderazgo para unirse o simplente llegarán a la elección con menos posibilidades de las que hoy muestran las encuestas.

    La reforma. Esta semana aparentemente presenciamos otra “toma de reforma”. Con escándalos en la Cámara de Diputados incluidos vimos debates sobre los pros y contras de cada medida y al final se aprobaron por ejemplo candidaturas independienes, plebiscito y referéndum con ciertas limitaciones, reglas de sustitución de Presidente de la República en caso de ausencia definitiva y otras. Sin embargo, nos quitaron (a algunos que la deseamos, no la mayoría por cierto) algunas como la muy deseable reelección legislativa.

    La discusión sobre la reforma política, que debería ser por mucho el evento del mes, pierde importancia primero por discutirse ya iniciado el proceso cuando ya no será aplicable a estos comicios y segundo cuando el Senado ha dicho que cuando les llegue le meterán mano y la modificarán sustantivamente.

    La medalla Belisario Domínguez. Poco que decir, merecida, muy merecida presea para Cuauhtémoc Cárdenas, tal vez no fue el beneficiario personal de la lucha por la democracia que inició y aun tiene pero sería absurdo regatearle su importancia histórica, se puede o no coincidir con su forma de pensar o algunos de sus actos, pero no con sus logros y su congruencia, y en ese sentido destaca que el expresidente Vicente Fox, quien llega a la alternancia gracias a la lucha de Cárdenas no haya apoyado ese premio que es entregado por el presidente Felipe Calderón, principal exponente del PAN, partido que nace en oposición precisamente a Lázaro Cárdenas. La historia nos da pruebas de lo que es la tolerancia y la pluralidad.

    Los Panamericanos. Alegría, eso generaron, tal vez subestimada la meta para pasarla, pero aun eso es un gesto de inteligencia y los atletas no tienen la culpa, ellos compiten, ganan y nos mandan el ejemplo de éxito que necesitamos mucho, dos semanas donde las noticias dejaron de ser solamente malas y se mandaron mensajes de lucha, de triunfo, todo positivo, una gran abrazo a los atletas y, ¿por qué no?, una felicitación a los organizadores.

    Libia. No quiero dejar pasar el debate sobre el linchamiento del bárbaro e indefendible dictador de Libia, pero el debate no debe ser sobre su gobierno ni sobre la alegría que muchos sienten del fin de su gobierno como quiere reducirlo EU, el debate es sobre el linchamiento y su difusión. Algunos lo justifican en los odios acumulados, en los pleitos tribales y hasta en la costumbre, pero nada de eso debe ser aceptado, la barbarie no debe ser aplaudida ni del gobierno ni de los ciudadanos y los medios, los medios, ¿qué decir de ellos?, sólo que la difusión de las imagenes del linchamiento no agregan absolutamente nada a la noticia y sí nos muestran lo peor de la humanidad.