Además, hoy por hoy la liposucción es el procedimiento quirúrgico más realizado, pero también es, advirtió, el procedimiento quirúrgico estético que conlleva el mayor riesgo.
Por lo tanto, “no debe ser tomado a la ligera, no debe hacerse por personas no calificadas, no puede hacerse por cualquier individuo que toma un curso de un par de meses y se entrena para hacer algo en su consultorio. La lipoescultura es un procedimiento que hay que tomarlo con toda la seriedad que merece”, asentó.
En ese sentido lamentó que este tipo de intervenciones puedan ser realizadas por charlatanes y gente criminal, que no tiene consideración de la seguridad del paciente requerida.
El peligro consiste en que si la persona que realiza esta operación no está certificada o recertificada, hay riesgo de que haya perforación hacia vísceras huecas, “hay riesgo de émbolos grasos, que es grasa que se va a la sangre y luego a los pulmones y produce problemas respiratorios; tromboembolias, que son coágulos en las piernas, deformidades estructurales, deformidades en la piel, muy malos resultados estéticos, insatisfacción en el resultado por las expectativas de la paciente e insatisfacción por el resultado final en la estructura”.
Por ello recalcó que está escrito en la Ley General de Salud que los procedimientos quirúrgicos de esta naturaleza deben realizarse por cirujanos plásticos certificados, en ambientes quirúrgicos establecidos. “Estas técnicas impactan en la respuesta metabólica al trauma en cada persona de manera distinta, por lo tanto médicos especialistas certificados en cirugía plástica son los únicos que por ley, están autorizados”.
El Dr. Michael Johannes Hirsch Meillón añadió que la lipoescultura no debe tomarse como un método para bajar de peso. Detalló que con respecto a la seguridad quirúrgica, hay un límite que oscila entre tres y cuatro litros de grasa que puede ser removida, “es el límite descrito como una ventana de seguridad. Liposucciones masivas, mayores a esos litros, difícilmente son hechas por profesionales”.
Otro dato interesante es que los hombres también recurren a este tipo de intervenciones, además, debe ser realizado en un paciente que no se encuentre con obesidad, “cuando mucho con un sobrepeso grado uno, con áreas específicas que deben liporemodelarse”.
Y todavía más: los pacientes deben estar comprometidos con su figura, a realizar cierta dieta, ejercicios y cuidados antes y después de la operación. Debe ser un paciente que se encuentre sano, que entiende los riesgos y beneficios de este procedimiento.
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