¿La leche que consumes es de buena calidad?

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Redacción|COLIMANOTICIAS

Colima, Col.- ¿Cuántas veces has ido al supermercado y, a pesar de que hayas comprado la leche más cara, al llegar al hogar la destapas y sabe más a agua que a leche? Hoy en día la leche auténtica ha quedado olvidada ya que las nuevas marcas se han posicionado del mercado, dando a la sociedad un producto sin esencia, debido a que en la industrialización ha ido perdiendo o disminuyendo las sustancias nutricionales benéficas para la salud, saliendo perjudicados los grupos que más se benefician de la leche como alimento: los infantes, adolescentes, mujeres embarazadas y adultos mayores. La leche es el único alimento con el que el hombre nace y lo consume toda su vida.

Los derivados de la leche corren con el mismo riesgo de no contener la calidad de los nutrientes esenciales de la leche.

Este alimento básico está compuesto por un 90.5 por ciento de agua, 3.2 por ciento de proteínas, minerales como el calcio, hierro y fósforo; vitaminas Liposolubles A, D, E y K; sin olvidar las grasas, que le dan sabor a la leche, y que contiene los ácidos Omega 3, ácido Linolénico conjugado (CLA), ácido Docosahexaenoico (DHA) y ácido Eicosapentaenoico (EPA), Omega 6 y Omega 9, compuestos que pueden variar dependiendo del manejo alimenticio que reciban los animales.

De esta forma la leche se clasifica en entera, parcialmente descremada y descremada, ya sea en polvo, deshidratada, deslactosada, evaporada e incluso adicionada con grasa vegetal.

El saber si una leche  o carne es buena o mala reside en la alimentación del rumiante. Si nosotros somos lo que comemos, las vacas son lo que se les alimenta, y se benefician cuando se mantienen en pastoreo libre o en un ambiente silvopastoril, permitiendo que cada vaca tenga una dieta de acuerdo a sus necesidades.  Una vez que los animales han realizado el pastoreo, la flora microbiana cumplirá la función de desdoblar la mayoría de los nutrientes y absorbiéndolos en el intestino, sin embargo ésta dieta muchas veces no cumple con los requisitos necesarios haciendo que los ácidos grasos, que no pueden ser creados por nuestro metabolismo, sean alterados. Éstos ácidos grasos forman parte de la dieta de los rumiantes y en dependencia de su concentración, modifican el perfil de los ácidos grasos de la leche y carne que posteriormente alimentarán al ser humano.

La leche que se produce en sistemas de pastoreo contiene diferentes tipos de ácidos grasos, pero es particularmente rica en los dos tipos de ácidos grasos que son esenciales para el ser humano, el Omega 3 y Omega 6, los cuales son esenciales porque el cuerpo humano no puede formarlos, sino que se tienen que consumir con los alimentos que forman parte de la alimentación diaria.

La proporción ideal de estos dos ácidos grasos esenciales en la leche reside en tres partes de omega 6 y una parte de omega 3, (3/1), aunque las proporciones 4/1 y 5/1 también son beneficiosas para la salud.  Algunos estudios nutricionales han descubierto que las dietas occidentales, especialmente la estadounidense, pueden llegar a tener proporciones de 10/1 hasta 30/1, lo que es negativo para la salud ya que este exceso de omega 6 se convierte en un factor determinante que bloquea el efecto de omega 3 como preventivo de enfermedades crónicas como las afecciones cardiacas, diabetes, artritis y depresión. Por eso mismo es indispensable que se obtenga un control de la composición de la leche que es vendida a la sociedad. Por otra parte los malos hábitos, sumados al consumo de leche procesada industrialmente, resultan perjudicial para la salud ya que se desarrollan enfermedades como diabetes tipo 2, hipertensión arterial y sobre peso.

La leche de pastoreo contiene una proporción de los ácidos grasos omega 6 y omega 3, de 5/1 o menores, por lo que tiene propiedades antiinflamatorias, protege contra enfermedades cardiovasculares, favorece el funcionamiento del sistema inmunológico, previene ciertos tipos de cáncer como el de mama, colon o próstata  y reduce síntomas de personas asmáticas.

Ante la problemática de salud existente nace Latte Nobile, (Leche Noble), en la Región de Campania, Italia, que es una certificación que permite controlar y definir las especificaciones del producto y sus características, teniendo como finalidad asegurar la calidad de la leche al consumidor, mediante un logo que la identifica, específicamente en la proporción de ácidos grasos esenciales omega 6 y omega 3, para que estén presentes en la proporción que beneficia la salud de los consumidores de la leche.

Gracias a la certificación Latte Nobile los productos lácteos que ostentan su logo, se han convertido en productos de élite, que son buscados tanto por consumidores como por distribuidores, ya que aseguran productos de calidad que benefician la salud de los consumidores. La certificación Latte Nobile se encarga de inspeccionar a las empresas ganaderas productoras de leche monitoreando el nivel de producción de los animales, así como el uso y cantidad del concentrado y forrajes de la dieta del ganado en producción.

Hoy en día, la certificación Latte Nobile está presente en México y avala productos lácteos que no solo nutren, sino que mejoran la salud de los consumidores.