Por José Díaz Madrigal
De acuerdo a la constitución política del Estado de Colima, no se señala ni previene la toma de posesión de cargo de gobernador electo por adelantado. No lo menciona el marco jurídico. Sin embargo se puede abordar el tema en el congreso local y legislar al respecto.
A todas luces, esta administración estatal que agoniza; ha perdido comparativamente más autoridad en la recta final de su ciclo, como ninguna otra administración en los últimos 65 años. A Nacho le quedó grande el saco y, por lo visto no quiso ni tuvo voluntad de resolver los grandes problemas propios de su gestión como gobernante; ni mucho menos los que heredó de administraciones previas.
La bomba le estalló en las manos, en el último tramo de tiempo como gobernador de Colima. Por desidia, no hizo los movimientos que tenía que hacer, ni tampoco los ajustes que eran de previsión debido a la merma de ingresos tanto federales como estatales. Sí responsablemente hubiera hecho a tiempo el arreglo adecuado, no se estaría pasando por esta crítica situación. Aparte de la disminución de ingresos por las vías mencionadas, Nacho argumenta el gasto derivado por causa de la pandemia del Covid 19. En este rubro, la federación llevó la mayoría del costo económico, de tal suerte que su argumento no es una razón de peso.
De los 15 estados de la república que van a tener cambio de gobernadoras y gobernadores, solo dos, Baja California y Colima están en bancarrota. No tuvieron la cautela de anticipar lo que se asomaba en el horizonte. Un común denominador de estos dos gobernadores, es que no le prestaban el debido respeto y atención a su investidura; los dos salían con demasiada frecuencia de sus respectivas entidades, tal parece que su puesto lo querían tan solo como trofeo; para ser mencionados en la lista de gobernantes. No les caía el veinte, de que un gobernador es de 24 horas del día y obligatoriamente con sede en la capital del estado, no en otro lugar.
Que nos pague o que renuncie, dijo asumiendo su papel de verdadero líder Martín Flores Castañeda y, que le deje el puesto por el tiempo que falta a una persona capaz de dar solución al problema que tenemos. La única persona con el capital político y la fuerza suficiente para toparle a todos los problemas en forma seria, es sin duda Indira Vizcaíno; el detalle es que le falta tiempo para tomar las riendas del estado, según lo establece la constitución local. Pero por lo pronto, en la gira de trabajo que ayer realizó López Obrador por Colima, se le vió más arrojo y audacia a Martín Flores que al mismísimo Nacho. De manera informal se le acercó el líder sindical al presidente a exponerle el tema de la falta de pago, logrando con esto, sacarle el compromiso de apoyar con el pago de sus agremiados y de refilón también a los maestros de la sección 39.
Si Nacho hace un análisis concienzudamente, tendrá que recapitular viendo que su tiempo ya pasó, que se le fue de entre las manos, que ya no tiene la autoridad moral ni política que se necesita para hacer gestiones en la federación o cualquier otro lado. Sí se aníma y toma la decisión de renunciar para que Indira de una vez se haga cargo del puesto para el que fue electa, Colima sale ganando. Claro está, la actual legislatura tendría que ordenar sin averiguatas el marco legal, con un artículo nuevo dentro de la ley correspondiente al titular del poder ejecutivo. Todo esto con el fin de no violentar el estado de derecho.
Cuando menos se le puede nombrar una descortesía por la falta de atención a la soberanía del poder legislativo, por no acudir al citatorio que le enviaron los diputados para comparecer ante el congreso local. Dos veces les canceló la comparecencia la semana que pasó, desde luego se nota que le está sacando al parche. En el congreso de Colima se tiene el registro de al menos dos legislaturas que por desacato han tomado medidas contra el gobernador en turno, a uno lo hicieron renunciar y a otro lo destituyeron del cargo. Con el indignante desaire que Nacho les está haciendo, ¿que les falta a los diputados actuales para actuar?
Existen antecedentes en otros lugares de toma de poder adelantado, antes de que constitucionalmente les toque asumir el cargo. Se han llevado a cabo estos cambios, con los respectivos arreglos en el congreso. Se hacen en realidad, porque la administración saliente ya no puede con el paquete; principalmente a consecuencia del desorden en las finanzas, que los obliga a la dimisión.
Con la analogía de una casa agrietada y dañada, a Indira le va a tocar reparar, arreglar y remodelar nuestra casa común llamada Colima. Tiene tuberías rotas, cayéndose el plafón, muros estrechos y salitrosos. Para restablecer la funcionalidad de la casa, habrá la necesidad de tumbar esas bardas estorbosas y descarapeladas; además de cambiar el drenaje de aguas negras, que está saliendo la suciedad y malos olores por todos lados. Indira tiene planes, durante la campaña los dió a conocer. Es un deber que la casa quede bien remodelada y fuerte. Posee Indira también, dos atributos: ganas de trabajar y lo principal. . . Su juventud.