Familiares de los finados acudieron al ministerio público ya que les habían avisado que los ahora finados habían tenido algunos problemas en el domicilio en cuestión con unas personas armadas.
Luego de proporcionar la media filiación de los ahora finado mismas que coincidían con las de dos personas que se tenían en el SEMEFO.
Acto seguido ingresaron al área correspondiente donde identificaron plenamente a Jaime Antonio Zepeda Cárdenas, de oficio campesino; originario de esta ciudad capital, y vecino del puerto, así como a Adrián Solano Arreguín, de 31 años, (a) “El Kaquis”, de oficio carpintero, originario y vecino de Manzanillo, en la colonia La Floreña.
De las investigaciones se desprende que el pasado jueves 10 de los corrientes, al domicilio referido llegaron dos camionetas una de color verde y la otra roja, de donde descendieron cuatro personas e ingresaron, quedando a las afueras los choferes de las unidades que en ningún momento las apagaron.
A los pocos minutos se escuchó una discusión con los dos finados y luego varias detonaciones, segundos después salieron las cuatro personas a toda prisa y abordaron las camionetas para darse a la fuga con rumbo desconocido.
Al lugar de los hechos acudió el ministerio público acompañado del médico forense así como de agentes de la PPJE y del personal de Servicios Periciales, asegurando en el lugar de los hechos varios casquillos percutidos calibre 9 mm y .223.
Cabe señalar que una de las camionetas fue vista en el lugar de los hechos en varias ocasiones hace unos días.
El ministerio público con el auxilio de los agentes de la PPJE continúa con las investigaciones para localizar y detener a los probables responsables de los hechos.
Personas que pidieron no ser identificadas por temor a represalias manifestaron a la autoridad investigadora que los ahora finados se dedicaban al narcomenudeo y que les fueron a reclamar el pago de “mercancía” que les habían dejado para su venta.
El Gobierno del Estado a través de la Procuraduría General de Justicia, continuará trabajando todos los días para lograr la captura de quienes en el pasado o el presente han cometido hechos delictivos que vulneren los valores fundamentales de la sociedad en que vivimos, dando con ello muestra de que en Colima, no habrá impunidad.