GATOPARDISMO

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AL DESNUDO

Por: Édgar Rodríguez H.

Antes, durante y después del triunfo del ahora presidente electo Andrés Manuel López Obrador, en muchos sectores de la sociedad, principalmente de los que no votaron por el candidato de Morena, había escepticismo de que todo cambiaría. Los últimos acontecimientos parecen ser que les están dando la razón y “La Cuarta Transformación” sólo está en quien la pregona.

Más allá de todos los compromisos o promesas anunciadas por Andrés Manuel López Obrador que merecen especial atención para su análisis, sucesos como la consulta anunciada para decidir sobre un nuevo aeropuerto, el tema de la Reforma Educativa, los altos precios de las gasolinas, entre otros, así como la Asamblea Nacional extraordinaria de MORENA celebrada el pasado domingo, nos lleva a recordar el concepto político “Gatopardismo”: cambiarlo todo, para que nada cambie.

El presidente electo, desde su campaña ha manejado que todo va a ser diferente. Sin embargo, aún no inicia su gobierno y sus promesas parecen tomar otro rumbo, nada contrarias a las adoptadas por personajes emanados de otros partidos políticos como el PRD, PAN, y PRI, entre otros, en otros tiempos.

Con el paso del tiempo, López obrador con su “Cuarta Transformación”, remembra más a el personaje principal de la obra literaria del italiano Giuseppe Tomasi di Lampedusa “El Gatopardo”, que registra al mesías salvador del pueblo, gente a quien alienta para que mueran en las calles por el cambio definitivo, pero al final todo es la misma demagogia y las mismas mentiras.

Desde su triunfo, López Obrador ha anunciado una serie de medidas a ejecutar en su gobierno. Es cuando se viene a la mente la frase expuesta en la obra de Lampedussa y se pregunta ¿“algo tendrá que cambiar para que nada cambie”?

“Fuegos de artificio, disparos sueltos, guerra de opereta, algunos muertos, nuevas banderas, nuevos lemas y savia nueva para seguir manteniendo la esencia del sistema. Es entonces cuando la terrible y angustiosa lucidez del libro de Lampedusa hace aflorar una triste sonrisa de desencanto e invade la angustiosa certeza de que, en efecto, la mayoría de los cambios políticos, económicos y sociales tienen lugar para que todo siga igual, pese a que todo haya cambiado”.

“El Gatopardo” narra las vivencias de don Fabrizio Corbera, príncipe de Salina, cabeza visible de una aristocrática y decadente familia siciliana. El libro se inicia con el desembarco de las tropas de Garibaldi en la isla, en 1860, en pleno proceso de la unificación italiana. El príncipe encarna al Antiguo Régimen, cuyos últimos vestigios, anquilosados e inmovilistas, se ven brutalmente superados por el empuje de la ambiciosa y pujante burguesía. De manera lúcida e irónica, don Fabrizio comprende que los nuevos “chacales” que encarnan los nuevos tiempos tienen el dinero y la ambición necesaria para acceder al poder al poder, pero también aspiran a revestirse con la capa de honorabilidad y prestigio social de la antigua nobleza. El príncipe ve cómo su protegido, su sobrino Tancredi, un joven aristócrata sin más patrimonio que su título y su hambre de poder, colabora a que “todo cambie para que todo siga igual”, luchando primero en las filas garibaldinas y casándose posteriormente con la hija de un próspero y vulgar burgués, don Calogero Sedara, alcalde de la localidad de Donnafugata, localidad de veraneo del príncipe y su familia. Don Calogero pondrá el dinero y los recursos necesarios para hacer realidad las ambiciones políticas del joven, y obtendrá a cambio el barniz de honorabilidad y abolengo que desea desesperadamente para disimular sus oscuros orígenes.

Basta con leer esta breve reseña de la obra de Lampedusa –tomada de SOITO.es- para prever que lo que hoy vemos y está por verse, es el Gatopardismo.

Se dice que…

*MORENA concentró a tantos personajes que militaron en otros partidos políticos (PAN, PRI, PRD, PT, etc.) y ahora tendrá que pagar las consecuencias, al menos así se pudo constatar durante su Asamblea Nacional, los desencuentros y la lucha por el poder estuvieron a la orden del día, nada diferentes a lo que ocurre en otros partidos.