Fueron flujos de lava, no explosiones, las que tuvo el volcán en las últimas horas: Gabriel Reyes

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* “Son los mayores flujos registrados en los últimos 30 años de vigilancia del volcán y estimamos que son los mayores que se han registrado desde la última gran erupción de Colima, en 1913”, añadió el científico de la Universidad de Colima. *Por instrucciones del rector, Protección Civil Universitaria se movilizó al refugio temporal de Comala para apoyar a los evacuados.

COLIMANOTICIAS

Colima.- Gabriel Reyes Dávila, quien es el director del Centro Universitario de Estudios e Investigaciones de Vulcanología de la Universidad de Colima y miembro del Sistema Estatal de Protección Civil, aclaró que los dos fenómenos ocurridos en el volcán de fuego antier por la noche y ayer sábado alrededor del mediodía, no fueron explosiones sino la efusión rápida del material acumulado durante las últimas semana en el cráter del volcán.

En entrevista para Universo 94.9, la estación de radio de la Universidad de Colima, el científico recordó que durante los últimos días se estuvo acumulando una gran cantidad de material en la parte norte, oeste y sur del volcán, y que fue ésta última, la del sur, visible desde la ciudad de Colima, la responsable de los dos fenómenos intensos que vivimos los colimenses antier por la noche y ayer sábado al mediodía.

Por el lado sur del volcán, recalcó Gabriel Reyes, no hubo una explosión, sino un rápido desprendimiento de lava conocido por los vulcanólogos como flujos piroclásticos. Los flujos de ayer por la noche, dijo, alcanzaron una longitud de alrededor de 9 kilómetros; “son los mayores registrados en los últimos 30 años de vigilancia del volcán y estimamos que son los mayores que se han registrado desde la última gran erupción de Colima, en 1913”.

Supone que el alcance o longitud del fenómeno de este sábado podría ser mayor que el del viernes por la noche, y que no lo han podido confirmar debido a la poca visibilidad que hubo durante buena parte del día y al riesgo que implican los vuelos de reconocimiento ante la presencia de grandes nubes de ceniza.

Explicó que, por lo general, los vientos dominantes arrastran la ceniza volcánica hacia el oeste, pero que el sábado la velocidad de dichos vientos fue menor, por lo que una gran cantidad de ceniza alcanzó poblaciones tan lejanas del volcán como Villa de Álvarez y Colima, aunque la mayor cantidad cayó en La Yerbabuena y La Becerrera.

Comentó que por instrucciones del rector José Eduardo Hernández Nava, él y otros científicos de la Universidad trabajan con intensidad desde el viernes por la noche con la intención de ofrecerles a los universitarios y a la sociedad colimense información completa que le sea de ayuda y la tranquilice.

Adelantó que la actividad del volcán tiende a disminuir, pero que si uno de los parámetros con los que vigilan al volcán se modifica, entonces se cambiará el pronóstico y se dará a conocer en su momento por las vías oficiales.

Como parte del interés que tiene el rector Hernández Nava de que la Universidad de Colima apoye a la población en este tipo de contingencias, Marcelino Ramos Ibarra, jefe del Departamento de Protección Civil Universitaria, junto con un grupo de 30 brigadistas, se desplazó el sábado al colegio Vasco de Quiroga, a la entrada de Comala, establecido por las autoridades como un refugio temporal.

Antes de que comenzaran a llegar elementos federales de la Secretaría de Salud y de la Defensa Nacional, se dedicaron principalmente a recibir a los evacuados, a guiarlos hacia las mesas de registro, a operar la radio de emergencia y también a registrar a quienes iban llegando a ese lugar. Llevaron 60 litros de agua potable, 30 camillas, megáfonos, extintores y también la ambulancia universitaria para apoyar alguna situación de emergencia.