Fieles difuntos

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Tribuna villalvarense

Por: César Alejandro Guerrero Ramírez.

Hoy conmemora una de las festividades más arraigadas y antiguas de México que es el “Día de Muertos”; he comentado anteriormente que es una celebración sui generis, porque prácticamente lo que debiera ser pena, dolor, se convierte en lo contrario, en especial en este día, impera alegría en panteones y en alguna que otra casa donde montan vistosos altares con ofrendas para sus seres queridos, lugar que no puede faltar la comida preferida del difunto y en muchas ocasiones acompañada de alegre música con melodías que los identificaban, o sea, misticismo pleno en el festejo.

Como siempre en estos casos para dimensionar más a fondo brevemente les comparto algunos datos encontrados en la red: La Conmemoración a los Fieles Difuntos, generalmente llamada Día de los Muertos, Día de los Difuntos o día de las ánimas, es una celebración que se realiza el 2 de noviembre complementando al Día de Todos los Santos, cuyo objetivo es orar por aquellos fieles que han acabado su vida terrenal y, especialmente, por aquellos que se encuentran aún en estado de purificación en el Purgatorio. Se debe ir al cementerio a rezar a tus seres queridos y dejarles velas y flores. Para ser recordados y no olvidados se creó este día.

La celebración de una fiesta dedicada a los difuntos persigue en la mayoría de culturas, el objetivo de apaciguar a los muertos más recientes que vagan aún por la tierra sin encontrar el lugar de reposo (para la Iglesia Cristiana Católica ese lugar por el cual vagan se llama Purgatorio). Las principales iglesias, Iglesias Cristianas Ortodoxas Occidentales, Unión de Utrecht (Iglesias), Comunión de Porvoo, así como Comunión anglicana e Iglesia católica acordaron tener el mismo calendario y días de celebraciones religiosas y santoral (siempre que en esa rama cristiana sea santo o beato esa persona), para facilitar las asistencia a sus feligreses a sus respectivas celebraciones (coincida con día festivos) (Semana Santa, Navidad…).

En el calendario mexica, que se localiza en el Museo de Antropología, se puede observar que entre los 18 meses que forman este calendario, había por lo menos seis festejos dedicados a los muertos. Posteriormente, los evangelizadores cristianos de tiempos coloniales aceptaron en parte las tradiciones de los antiguos pueblos mesoamericanos,​ fusionándolas con las tradiciones europeas, para poder implantar el cristianismo entre dichos pueblos. Los orígenes de la celebración del Día de Muertos en México son anteriores a la llegada de los españoles. Hay registro de celebraciones en las etnias mexica, maya, purépecha y totonaca. Los rituales que celebran la vida de los ancestros se realizan en estas civilizaciones desde la época precolombina.

Para la Iglesia católica, se trata de una conmemoración, un recuerdo que la Iglesia hace en favor de todos los que han muerto a este mundo (fieles difuntos), pero aún no pueden gozar de la presencia de Dios, porque están purificando, en el purgatorio, los efectos que ocasionaron sus pecados. Este día, los creyentes ofrecen sus oraciones (llamadas sufragios), sacrificios y la misa para que los fieles difuntos de la iglesia purgante, terminen esta etapa y lleguen a la presencia de Dios. Hay pues, una gran diferencia en la fiesta del día primero y el ambiente de oración y sacrificio del día dos. Aunque la iglesia siempre ha orado por los difuntos, fue a partir del dos de noviembre del año 998 cuando se creó un día especial para ellos. Esto fue instituido por el monje benedictino San Odilón, Francia. Su idea fue adoptada por Roma en el siglo XVI y de ahí se difundió al mundo entero.

TORO DE ONCE

Pues se fue el peor gobernador de la historia de Colima un tal Ignacio Peralta, vapuleado por toda la sociedad pero con varios ceros más en sus cuentas bancarias, uno que otro departamento de lujo y tal vez en algún periplo como fue la característica de  su administración desquitándose porque la vida se ensañó con él. Ojalá cuando regrese al estado sea con orden de aprehensión para que pague por todo el desmadre que hizo durante su gestión. Por otro lado, de la nueva mandataria se espera mucho, hay esperanza del pueblo en ella, de entrada esperamos destierre verdaderamente el dañino cáncer de la corrupción y se castigue a los responsables -al Poder que le corresponda- del desfalco al erario público particularmente al gober-ladron viajero, de paso, entienda que terminó la campaña, le caiga pronto el veinte que ahora es titular del Ejecutivo del estado, digo para que cambie el discurso de echarle culpas a sus antecesores, ya sabemos todas las cochinadas que hicieron por eso se votó por ella y Morena, tiene que pasar de las palabras a los hechos, difícil y dura la realidad heredada pero no lo puede hacer peor que el mediocre tecnócrata de nachito peralta, así con minúsculas. Ah, fíjese amable lector el daño que este tipejo le hizo a Colima que hasta Mario Anguiano dijo ayer que fue un error haber confiado en Nacho, entre gitanos se leyeron la mano. ¡Par de pillos vaquetones!.