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México.- Ésta mañana, Héctor Suárez Gomís, por medio de su cuenta en Twitter, confirmó la muerte de su padre, el gran actor Héctor Suárez.
A los amigos, a los compañeros y a todos los medios de comunicación:
— Héctor Suárez Gomís (@PelonGomis) June 2, 2020
Con profundo dolor, queremos compa… https://t.co/q0X8MKl7Kj
En un comunicado emitido por su viuda Zara Calderón y sus hijos Héctor Suárez Gomís, Julieta Suárez Gomís, Rodrigo Suárez Calderón e Isabella Suárez Calderón, se indicó que en unos días más conversarán con los medios, luego de “procesar este duelo”.
Tras darse a conocer la noticia de la muerte del primer actor a los 81 años, varios artistas y figuras públicas han expresado sus condolencias a la familia.
Descanse en paz Héctor Suárez. https://t.co/WjxaVJqcjg
— Felipe Calderón (@FelipeCalderon) June 2, 2020
Lamento mucho el fallecimiento de Don Hector Suarez, se nos fue un Grande y nos deja un gran legado, abrazo a su Familia con mucho cariño @PelonGomis
— Roberto Palazuelos (@robpalazuelos) June 2, 2020
Descanse en paz el inmenso Héctor Suárez. Todo mi amor, respeto y cariño para su familia, amigos y fanáticos en todo el mundo.
— Álvaro Cueva (@AlvaroCueva) June 2, 2020
La vida de un gran actor
Con personajes emblemáticos como “Tránsito“, al que interpretó en El mil usos (1981), “El No hay” y “Doña Soyla”, en el programa semanal “¿Qué nos pasa?” y “El negro Tomás”, en “Puro loco”, respectivamente, Héctor Suárez dio muestra de la experiencia que adquirió en teatro, cine y televisión, medios de expresión en los que tuvo presencia, a veces de manera simultánea, además de las exitosas temporadas de cabaret que realizó en los más importantes centros nocturnos.
De acuerdo con el medio digital LÓPEZ DÓRIGA, sus inicios se dieron en la década de 1960, cuando se abría paso en producciones televisivas como “Un hijo cayó del cielo” y “Chucherías”, al lado de actores como Ángel Garasa, Héctor Lechuga, Leonorilda Ochoa y Alejandro Suárez.
A lo largo de la década de los sesenta, Héctor Suárez también hizo participaciones importantes en cine en títulos como La maldición de oro, dirigida por Jaime Salvador, en 1965; Lanza tus penas al viento, bajo la dirección de Julián Soler, en 1966, en la que dio vida al personaje de “Alejandro” y para 1969 protagonizó la cinta No se mande, profe, al lado de Enrique Guzmán, Hilda Aguirre y Sara García.
“Pantaleón Requejo”, en Ambición Sangrienta,de1968; “Sargento Margarito”, en La marcha de Zacatecas y “Marcelino”, en El Ángel, ambas de 1969 y Armodio Horcasitas, en Para servir a usted, de 1971, fueron algunos de los personajes y títulos cinematográficos con los que Suárez finalizó su primera década de trayectoria y con los que inició los años setenta, respectivamente, década que le ofreció protagónicos destacados en como los que realizó en Diamantes, oro y amor y De qué color es el viento, ambas estrenadas en 1973.
Para 1972, llegó a la vida de Héctor Suárez, la cinta Mecánica Nacional, dirigida por Luis Alcoriza, en ella, el actor dio vida a “Gregorio- Goyo”, y actuó al lado de Manolo Fábregas, Lucha Villa, Sara García, Alma Muriel, entre otros.
Fue con México, México, ra ra ra, dirigida por Gustavo Alatriste, en 1976, que Suárez desarrolló diversos personajes y compartió sets de filmación con Patricia Reyes Spíndola, Leticia Perdigon y Ernesto Gómez Cruz; a aquella participación le siguió el papel de “Pancho”, en El Buscabullas, del mismo año, su actuación en ¡Oye Salomé!, y el personaje de El Mobil Oil, en el filme Picardía Mexicana, protagonizado por el cantante mexicano Vicente Fernández, ambas de 1978.
Aunque su trayectoria en los años sesenta y setenta fue consistente, para los ochenta Héctor Suárez se consolidó gracias a personajes como “El mil usos” y al ingenio y originalidad que imprimió en la serie de televisión “¿Qué nos pasa?”, pero antes de aquellos proyectos que le dieron fama y lo catapultaron como una de las más grandes figuras de la comedia en México, el actor dio muestra de su rango interpretativo en las producciones cinematográficas Como México no hay dos y Lagunilla, mi barrio,de 1981; Valentín Lazaña y Lagunilla 2, de 1982.
Aquella década se convirtió en la etapa de secuelas en el cine que recreaba, en buena parte de sus producciones, la problemática social de las clases marginadas; posteriormente llegaron a la carrera de Suárez títulos como El rey de la vecindad, (1985).
Con información de López-Dóriga Digital