Salazar Abaroa: Mario Anguiano Apoya la Tortura

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    Dice que ante las versiones que circulan sobre la adquisición, y frente a lo planteado por el rotativo en el sentido de que el inmueble —donde fueron encontradas dos plantas de mariguana— fue vendido a “una institución”, el rector Aguayo López “debió de salir inmediatamente a decir que no era cierto, y no lo ha hecho”.

    A juicio de Salazar Abaroa, no habría justificación para que la casa de estudios hubiese comprado la propiedad:

    “Yo veo que es una casa particular, con un terreno amplio, la conozco, pero no encuentro la hipótesis de que lo haya adquirido la universidad, no encuentro qué fin tendría, a menos de que vaya a poner caballerizas, porque para otra pinacoteca no creo; no se justifica hasta el momento el que se haya comprado”.

    Enrique Salazar, quien actualmente es asesor de la fracción del PRD en la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, estima que también debe verse el trasfondo de este asunto y en caso de que se haya hecho la compra determinar si fue a espaldas del Consejo Universitario.

    “No se puede seguir utilizando a la Universidad de Colima como trampolín político y para la desviación de recursos. Tres rectores priístas, y ahora está el debate, aunque no ha salido del todo a la luz pública, sobre quién va por la candidatura a la senaduría, diputación federal o local: el líder del SUTUC, Leonardo Gutiérrez, o el rector”.

    Añade Salazar Abaroa que si el rector no puede aclarar la compra del inmueble en Suchitlán, si no justifica por qué lo compró, el precio que pactó y para qué fin, debe renunciar al puesto.

    “El rector debe de renunciar si llevó a cabo un acto ilícito en cuanto a que no haya seguido el procedimiento, injustificado, ante sus pretensiones políticas de ser candidato. No tendría la calidad, la ética política y la moral pública, que tiene sus bases en la constitución, para seguir siendo rector. Yo creo que eso es lo de fondo”.

    UN DISTRACTOR
    La aparición de dos plantas de mariguana en esa propiedad, de acuerdo con Salazar Abaroa, es un distractor ante la incapacidad del gobierno estatal para, quizás, cubrir a quien adquirió la finca en Suchitlán; un distractor de las cuestiones de fondo que está viviendo Colima y que están deteniendo su desarrollo.

    “Otra lectura del asunto de las dos plantas sería evitar un enfrentamiento, porque si sale mal parado el rector, el Consejo Universitario, o el líder del SUTUC, quizás le estén abriendo las posibilidades a Mario Anguiano y su PRI de meter futuros candidatos, e inclusive meter las manos en la sucesión de la rectoría, eso es indiscutible”.

    Por esa razón, insiste, el representante de la Universidad de Colima debe salir a aclarar si es verdad que la institución compró la propiedad en Suchitlán.

    “Además deben informar el Ejecutivo estatal, que es el jefe del procurador; y por otro lado el delegado de la PGR, sobre la situación de las plantas; pero yo estoy en desacuerdo de fondo con el señor gobernador Mario Anguiano, de que lo importante es saber de quién son las dos macetas con las plantas de mariguana, creo que es un distractor del verdadero fondo de las cosas”.

    Por otro lado, dice el entrevistado, “creo que el dueño de la empresa periodística da un punto de referencia de lo que es el fondo del asunto; desde mi punto de vista, dos matas de marihuana no pueden tapar el fondo de la corrupción política en el estado de Colima”.

    Prosigue: “Y el fondo esto tiene que ver: uno, con las relaciones entre el poder público y los medios de comunicación; dos: con la autonomía universitaria como medio para el tráfico de influencias y desviación de recursos, y tres: con la autonomía universitaria, la libertad de cátedra y expresión, y el actual debate interno que debía de ser de una nueva ley orgánica de la universidad”.

    Salazar Abaroa anota que el propietario del medio de comunicación y presidente de su Consejo de Administración, desde el punto de vista de derecho privado, no tiene por qué dar a conocer qué hace con sus bienes, ni en cuánto o a quién se los vende, además abunda: “no creo que cierto propietario de un medio de comunicación vaya a doblegar su posición política ante el gobernador por dos plantas de mariguana”.

    HISTORIA DE TRÁFICO DE INFLUENCIAS
    En relación con la Universidad de Colima, Enrique Salazar recuerda que tiene una historia sobre tráfico de influencias, “o al menos muchos ciudadanos tenemos ciertas dudas”.

    Subraya que en el tiempo en que fue rector Fernando Moreno, hubo un escándalo público en cuanto a la compra del terreno donde se construyó la pinacoteca.
    Posteriormente se dio otro escándalo público con la venta de un inmueble donde funcionaba el Diario de Colima en la calle Gabino Barreda, por su propietario Héctor Sánchez a quien fuera diputado suplente y rector de la Universidad de Colima, Carlos Salazar; y ahora hay la hipótesis de que el rector hizo un trato para la compra de la finca al norte del estado.

    Refiere que incluso no se ha descartado que sea una venganza del gobierno estatal por las constantes notas en su contra, aún cuando Mario Anguiano lo ha negado, si no: ¿Por qué Mario no entró a la cuestión de fondo: a las relaciones de los medios de comunicación con el poder público? ¿A la autonomía universitaria y la rendición de cuentas?

    Finalmente, comenta que de igual forma se tiene que ver el papel que tienen los medios, o si solamente están viendo al gobierno para ser beneficiados… “se deben de replantear su relación con el poder público, ese es el fondo, no las dos matas de mariguana”.

    “Se debe de replantear también la autonomía del procurador de Justicia, Arturo Díaz, porque si es un procurador torturador, como lo dijo Chapula, con mucha facilidad criminaliza las dos plantas de mariguana y a la juventud en función de las adicciones. Y si el gobernador respaldó al procurador en esta denuncia de tortura, entonces quiere decir que el gobernador apoya la tortura”.

    “Yo como ciudadano, analista y universitario, le plantearía al señor rector, en el 70 aniversario de la fundación de la Universidad de Colima, que no distraiga su atención buscando candidaturas; dos, que aclare esta situación de las adquisiciones que ha hecho la máxima casa de estudios; y tres, que no hagan en secreto las reformas a la ley orgánica”, concluye Salazar Abaroa.

    DE INTERÉS
    Enrique Salazar expone que la situación de las dos plantas de mariguana en una finca que fue propiedad del propietario del Diario de Colima revela la corrupción política y la situación de los medios de comunicación como empresas sometidas al poder público, lo que complica la independencia de los periodistas en el estado de Colima.

    Por ello, a manera de reflexión cuestiona qué pasó con un periódico llamado El Independiente, ¿dónde están sus directivos, sus empresarios, qué pretendían?, ¿Y dónde está la gente de Milenio?, que estaba cargado a un proyecto de derecha, identificado con el PAN, que “se llevó entre las patas a excelentes periodistas”. ¿Dónde quedaron esos periódicos, por qué cerraron?

    El analista político asegura que los directores de los medios de comunicación juegan con el partido y con los candidatos que mejor les convengan, “todos, con sus ciertos matices. El gobierno del estado le da la espalda a quien no tenga la oportunidad de ofrecerle más prebendas”.

    Y concluye preguntando “¿Es cierto que Silverio Cavazos compró el periódico Panorama? ¿O se asoció con alguien para comprar Colimán, o es un mero rumor? ¿Es cierto que Silverio, conjuntamente con el gobernador Mario Anguiano, compró estos medios? Es importante que lo aclaren”.

    NOTA COMPLETA
    http://www.diarioavanzada.com.mx/noticia.php?id=44413