En busca de la felicidad

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Por: Francisco Pérez Medina

Cuando el presidente declaró que basará las mediciones, ya no en función del Producto Interno Bruto (PIB), sino con base a la felicidad de los mexicanos, me quedé reflexionando el fondo de su propuesta. Coincido con él en que se debe promover que los ciudadanos obtengan felicidad, pero estoy muy en desacuerdo en que la felicidad se sustente en tener un par de zapatos, un cambio de ropa y que un auto austero debe bastar para vivir felices (AMLO 12-05-2020).

¿Cómo estar de acuerdo si, quien lo promueve, no lo practica? Fue exhibido con unos zapatos ingleses Crockett & Jones cuyo costo oscila entre $6,000 y $13,000; Cada día estrena traje, corbata, guayabera cuando acude a alguna gira, o qué decir del abrigo Salvatore Ferragamo usado en la temporada de frio cuyo costo supera los $100,000 pesos (14-01-2020 gira en Sonora); en lo que respecta al auto austero, pues tampoco hay como ayudarle, pues comenzó utilizando un Jetta blanco, que luego cambió por las Suburban´s blindadas que tanto criticó, pero que, ya en el poder, tanto disfruta -así quien no sería feliz-. Tal pareciera que su estilo es como el dicho “hágase la voluntad de Dios, pero en las mulas de mi compadre”. La investidura lo amerita -argumentarían sus seguidores-, y tienen razón, la investidura merece ser cuidada y destacada; pero, su incongruencia y la mentira recurrente reaparece, es lo que genera el señalamiento y la crítica.

Todo parece indicar que, la decisión, más bien se sustenta en los resultados negativos que las mediciones del PIB traerán a nuestro país como resultado de su gobierno y de sus decisiones. No le faltaba razón cuando en campaña criticaba un mínimo 2% de crecimiento del PIB de otros gobiernos, incluso, en campaña se comprometió a crecer a un ritmo de 6%; Durante el 2019, su primer año de gobierno, la economía decreció y, en lo que viene del 2020, se pronostica un terrible -6%. De ahí que proponga que no se mida más el PIB, sino más bien la felicidad. Y allí, puede utilizar a su favor una medición que ya realiza el INEGI y que, el año pasado, fue de un magnifico 8.3%. Es decir -lo anticipamos- va a argumentar que en México una gran mayoría expresa ser feliz -¿no cree usted, amable lector, que la molestia aparece cuando la autoridad cree que la sociedad es ingenua, que no es capaz de distinguir el engaño?-.

Buscando un poco la felicidad que el titular del ejecutivo tiene y que, imagino, desea para todos: ¿Quién no sería feliz de mantener a tres hijos y una esposa con $200 en la cartera? (12-02-2018 Radioformula), ¿cómo no ser felices de no trabajar 18 años y lograr tener un patrimonio de un rancho, cuatro propiedades y cuentas bancarias -ninguna a su nombre, imitando las practicas vigentes de uno de sus funcionarios de primer nivel?, ¿quién no irradiaría felicidad al poder ver a los hijos crear dos empresas nuevas de cerveza y chocolate sin informar de dónde proviene el capital para iniciarla?, saber que tu primer nieto nacerá y será atendido en un hospital extranjero ¿a poco no causaría un 100% de felicidad?, y, la última, que todos envidiarían ¿cómo no ser felices si te dan la opción de no pagar impuestos durante 18 años y que no te investigue el SAT o la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF)?   

Pedir que los ciudadanos se conformen con un par de zapatos, un cambio de ropa o tener un coche austero, es demasiado contradictorio con la forma en que se ha conducido en su vida quien lo propone. La felicidad, además, es efímera y cada persona la encuentra en distintas fuentes: concluir una carrera, casarse, tener hijos, viajar, comprar una casa, iniciar un proyecto, hacer deportes extremos, tener amigos, cocinar, tener salud, tener mascotas, jugar, etc.

Intentando comprender un poco la propuesta, lo que sugiere el presidente es que nos mantengamos felices estando en la fase fisiológica (necesidades básicas) de la pirámide de Abraham Maslow y que nos olvidemos de las siguientes cuatro etapas (seguridad y protección, necesidades sociales, de reconocimiento y de autorrealización). Si ese es el rumbo, no puedo estar de acuerdo.

Salida

1.- Reconocer al Ejecutivo Federal que no respaldó la propuesta del presidente de Morena para que el INEGI pueda ingresar a los domicilios a medir la riqueza de los mexicanos.

2.- Decisión acertada de no regresar a clases presenciales, cuidando el interés supremo de la salud de alumnos, maestros, personal de apoyo, administrativos, padres de familia, abuelitos, hermanos, compañeros.

3.- Lamentable que, en flagrancia, no se haya detenido a un presunto responsable de delito de maltrato contra la mujer.