EMPLEADOS DE BARRALES GANAN MÁS QUE EBRARD

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    Un listado del personal contratado por la presidenta de la Comisión de Gobierno de la ALDF para operar en su oficina legislativa, presentado por el área de Transparencia de dicho organismo, indica que el secretario técnico Mauricio Rodríguez Alonso y la secretaria particular Verónica Alejo Alamilla gozan un salario no sólo superior al del jefe de Gobierno (quien cobra al mes 74 mil 367 pesos netos), sino también al de cualquier legislador local (que ganan 51 mil pesos al mes, luego de impuestos) y, de hecho, aún tras la deducción fiscal respectiva, el sueldo de ambos empleados de la diputada perredista resulta siete mil pesos superior al de los jefes delegacionales de la capital mexicana (los cuales obtienen 70 mil 240 pesos netos al mes).

    Exentos de la austeridad. Desde 2009, la Ciudad de México cuenta con una Ley de Presupuesto y Gasto Eficiente, que busca garantizar la aplicación de criterios de “honestidad y austeridad” en las finanzas capitalinas, para lo cual se establece, entre otras cosas, que ningún burócrata local puede tener un salario superior al del Jefe de Gobierno, que no podrá exceder los 54 salarios mínimos.

    Sin embargo, esta ordenanza sólo aplica para “servidores públicos de la Administración Pública, sus dependencias, delegaciones, órganos desconcentrados y entidades“, es decir, únicamente deben acatarla empleados del Poder Ejecutivo, en tanto que quedan exentos de su aplicación los poderes Legislativo y Judicial, cuyos tabuladores pueden ser fijados sin ningún límite. Sin embargo, advirtió Alejandra Barrales, consultada en torno a su nómina de colaboradores, “nosotros hemos sido congruentes con el tema de la austeridad y, de hecho, en mi informe tuve oportunidad de reiterar que esta legislatura trabaja con 300 millones de pesos menos que la anterior.”

    La legisladora explicó, no obstante, que los tabuladores con los cuales se fijó el salario de sus colaboradores “ya estaban establecidos (desde antes de su llegada a la ALDF) y no puedes desaparecerlos de un día para otro, sin que eso te signifique problemas.”

    En cambio, añadió Barrales, “hemos venido generando esas modificaciones sin violentar los derechos de ningún trabajador (…) Por ejemplo, un tema reciente que no hemos podido concluir es revertir la entrega de bonos de productividad que se dan a los secretarios técnicos, hemos platicados con ellos, han tenido sensibilidad, y se han eliminado algunas de esas cuestiones, hay otras que tampoco se pueden modificar de un día para otro”.