ELECCIÓN COLIMA: EL VOTO ÚTIL (Que Colima crezca en la justicia y la verdad)

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TAREA PÚBLICA

Por: Carlos Orozco Galeana.

El Pri y el Partido Verde, por boca de sus representante y candidato a la gubernatura respectivamente, Arnoldo Ochoa González y Virgilio Mendoza Amezcua,  circularon  la idea de la que habló primeramente José Manuel Romero Coello hace dos semanas, en el sentido    de que si las “condiciones lo permiten” podrían dialogar y llegar a un acuerdo de facto para llamar a los ciudadanos a ejercer el voto útil en la elección del 7 de junio.

Esta idea  no sería tan  novedosa cuando el motivo es evitar que una fuerza política superior, como es la conformada por  Morena y Panal, se perfila con ventaja para lograr el triunfo electoral, sobre todo cuando, como en Colima, sus opuestos se han organizado de tal modo  que los votos estarán dispersos entre dos o tres candidatos con fuerte aceptación. Si la suma fuera automática y los votos de un lado se trasladaran hacia el otro, se estaría hablando de una contienda cerrada y quién sabe si los aliados de última hora pudieran colocarse incluso por encima del que (de la que) anteriormente estaba en primer sitio.

Y es que parece que Morena,  aliada con Panal, está firme para llevarse el triunfo  aunque ha visto mermada su ventaja en pocos  puntos  respecto a sus perseguidores. Conforme se aproxima la definición, quedará claro cuál es el segundo lugar que pueda ser potenciado con un refuerzo de voto útil no solo de un partido sino quizás de otros más. Todo será en función de los acuerdos que se elaboren y de “las ganas” que le traigan a Morena.

El voto útil es una estrategia  a la que llaman partidos que están siendo superados por otras fuerzas políticas. En una democracia, se ven cosas inverosímiles, pactos inéditos,  entre ellas las  alianzas de última hora y el dejar de lado los principios  ideológicos con tal de impedir el triunfo electoral de los partidos  más fuertes. Sin embargo, en el caso de Colima, la todavía puntera declaró ufanamente al mismo Diario que “ni unidos la vencerán” y que la gente está cansada de las formas de hacer política de quienes compiten por la alianza Pri, Pan Prd.

Este reto denota valentía, seguridad,  y confianza en Indira Vizcaíno, pero yo no me atrevería a asegurar que esta temeridad tenga bases firmes. Seguro  le picó la cresta a sus adversarios, quienes desde ahora pensarán la manera de hacer fructificar lo que  ahora es una idea tirada al aire.  Pero el reto ahí está.

Mientras tanto, transcurre la campaña con ofrecimientos de todos los aspirantes, sin atacar por ahora al gobernador Ignacio Peralta quien sin embargo, es blanco fácil para quienes deseen criticarlo  por lo que ha hecho o dejado  de hacer en su mandato. Seguro que ni suda ni se acongoja por las críticas, como ocurre también con algunos miembros de su gabinete que convirtieron sus oficinas  en bunkers, en símbolos de la arrogancia, pues difícilmente reciben a algún ciudadano  en sus despachos.

Respecto a lo que muestran las encuestas, considérese que no aportan datos reales sobre la  gente que simpatiza por determinado partido y sobre cómo reaccionaría ante un llamado al voto útil. No es fácil ese cometido, por lo que las fuerzas beneficiarias tendrán que desplegar un gran esfuerzo en comunicar a la gente las ventajas de sumarse a esa estrategia, y demostrar los riesgos que se corren al votar por su contrincante aventajado.

Han de marcarse las diferencias. En Colima, El presidente Amlo ronda el 40 por ciento de aceptación, pero no estará en las boletas.  La candidata morenista anda por los diez puntos menos. ¿ Crecerá, bajará ?  A fines de abril habría análisis sobre cómo ha evolucionado el grado de aceptación a su figura y sobre las posibilidades reales  de sus adversarios.

Me queda claro que los colimenses deben ejercer la reflexión consciente y  madura sobre lo que está en juego. Más que  las propuestas que son ofrecidas para ganar prensa, que son en sí mismas importantes,  han de analizarse los comportamientos de cada uno de los candidatos. Observar cómo responden a la crítica, si muestran serenidad o soberbia y desprecio por otros durante la competencia o si tienen mente sana y respetan a sus adversarios. Estas son variables que miden el grado de equilibrio emocional que cada  quien posee. Si se reacciona siempre retadoramente, Dios nos tenga anticipadamente por confesados, tendríamos un sexenio de enfrentamientos diarios si el ganador (a) es afín a la  bravuconería. 

En cuanto a los partidos coaligados que desean beneficiarse del voto útil, han de considerar que los votantes no son marionetas para mover a su antojo, sino que tendrán que explicar al menos con un mes de anticipación sobre los motivos básicos de esa petición concreta. Que se recuerde lo exitoso que resultó la campaña del voto masivo por Morena, que lo implementó con antelación y barrió a sus adversarios en la elección pasada. 

Les confieso  que yo no quiero un Colima de perros y gatos, de situación callejera. Y menos  políticas vengativas o de ajustes de cuentas sin sustento legal. Quiero un Colima que crezca en la justicia y la verdad, con instituciones sólidas que sean respetadas. Un Colima sin odio ni resentimiento de quienes accedan al poder.   Porque no nos merecemos un  desorden organizado ni una atmósfera desquiciante en la que los perdedores seríamos  todos.. . . .