El periodismo en las gubernaturas de MORENA

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Por: Ángel Durán.

El periodismo como cualquier otra profesión, es noble y tiene que respetarse por todo gobierno democrático, según la OEA ha dicho que, un estado democrático, se debe caracterizar por el respeto a los derechos humanos y por la libertad de prensa.

Sin embargo; hemos visto como en todas partes del mundo y más en América Latina y peor aún, en México, la historia nos dice, que la actividad de esta profesión, es presionada por quien debe de protegerla y quiere tenerla sometida para que no le estorbe y peor, para que los defienda.

A pesar de que, a nivel nacional, la opinión del periodismo está dividido, mientras unos critican duramente al gobierno federal de presionarlos, otros lo defienden; de cierta manera es normal, pues la libertad de expresión, tiene muchos matices y el ejercicio periodístico da cuenta de ello.

Los gobiernos estatales morenistas, que recién van entrando en el ejercicio del poder, -todos- han dicho que son diferentes, que defenderán las libertades y por supuesto a los derechos humanos; los comunicadores, deben de asegurarse que esta promesa de que defienden, quien pretende crear un nuevo sistema de bienestar social, se cumpla de verdad.

Unidos los periodistas deben exigir que, en México, su labor sea, realmente libre; donde se ejerza sin el temor de perder la vida, sin el temor de ser presionado para escribir a modo, así como exigir y vigilar que se abran las posibilidades de que quien se dedique a esta profesión, se le respete el derecho a la igualdad de trabajo, en los tres órdenes de gobierno y no haya favoritismo porque los alaban.

Que el trabajo periodístico hable por la calidad del periodista y su empresa y no por preferencia.

En este mismo sentido, la comunidad periodística, tiene que, reflexionar y comprometerse a, entender, publicar y defender las causas sociales, siempre con la verdad, haciendo investigación y buscando que, el pueblo esté bien formado; que su trabajo se convierta en la mejor herramienta informativa, para que la sociedad, tenga protegido su derecho a recibir información verídica, en tiempo y forma y que, de esta manera, le ayude a tomar buenas decisiones.

Es común observar cómo en la actualidad a nivel nacional, muchos periodistas trabajan en el propio sistema de gobierno y pareciera ser que –no todos- están obligados a informar a la sociedad, -mayormente- las cosas que favorecen al gobierno donde laboran; sin embargo, esto no debe ser así; la función del periodista es informar con la verdad, con objetividad y con las pruebas en la mano; pues el destinatario y beneficiario del derecho a estar bien informado, es la sociedad, es la que tiene el derecho humano a tener una prensa libre, autónoma e independiente; y esta obligación, no releva a los periodistas que trabajan en gobierno, independientemente de su relación laboral, ellos tienen la obligación de proteger el derecho de la sociedad a estar bien informada.

El periodista, está obligado a informar las fallas del gobierno, a alertar a la sociedad de lo que ocurre en la función pública, su función es tan trascendente que, si un país tiene una prensa que no informa con la verdad, conduce a la sociedad a la incorrecta toma de decisiones y estas, repercute en la vida de las familias de un pueblo.

Por eso es que, los nuevos gobiernos tienen un enorme reto y no deben dejar de observar, que tienen que proteger las garantías del ejercicio libre del periodismo a su máximo nivel, pues su función se relaciona intrínsecamente con el derecho la sociedad a tener un buen sistema de información y el derecho humano a contar con un buen gobierno; parteaguas que los informadores deben estar conscientes y asumir su responsabilidad en este momento de cambio, y si no se cumple por parte de los nuevos gobernantes, la prensa debe dar cuenta de ello.

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